✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐀𝐑𝐄𝐖𝐄𝐋𝐋, teen wolf¹

32| Heart's Confessions

32| Confesiones del corazón

Una mano apretó la mía con fuerza mientras plantaba un beso en ella, lo que hizo que abriera mis ojos con cautela.

—Hola. —sonrió amablemente a lo que le correspondí inmediatamente. 

Tenerlo allí frente a mí, con aquella blanca sonrisa esperando a que yo le hablara, me había hecho entender que ya era hora de aclarar algunas cosas sobre nuestra relación. 

—Hola, Derek. —traté de recomponerme en la camilla pero no pude hacerlo puesto que sentí un dolor punzante en la parte derecha de mi abdomen, haciéndome recordar el porqué de mi repentina internación.

El miedo comenzó a recorrer cada centímetro de mi organismo, al darme cuenta de que habían pasado varias horas desde el incidente y la herida no parecía curarse.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Derek sonriendo y acercándose más a mí. 

—¿Además de sentirme completamente afligida porque un enfermero loco me apuñaló con mis propias armas en un lugar que me daba escalofríos de solo pensar en él? Creo que me siento lo suficientemente capaz de manejarlo. —ironicé a lo que el chico de cabello azabache rió, provocando que sus ojos se achinaran un poco y ocasionando que mi mirada se fijara en sus hermosos pero penetrantes ojos verdes.

Hacer bromas con respecto a lo sucedido parecía ser la única forma de esquivar el hecho de que me sentía completamente asustada. No solamente por el hecho de que mi cuerpo se sentía agotado y no estaba sanando, sino también porque no sabía cómo decirle lo que sentía sin herirlo. 

Temía por su reacción.

Un silencio un poco incómodo se hizo presente en el ambiente, dado que ninguno de los dos sabía que decir ni que hacer. Sólo se podía oír los latidos de mi corazón bombeando con fuerza contra mis costillas, la sensación se amplió aún más cuando mis ojos se dirigieron a la unión de nuestras manos.

—¿Qué haces aquí? —pregunté. —Quiero decir, ¿cómo hiciste para que Stiles te dejara pasar?

—Stiles está ocupado con Malia, ni cuenta se dió de mi presencia en la recepción. —respondió con su típica sonrisa engreída y reforzando el agarre de su mano sobre la mía.

No pude evitar observar la unión de nuestras palmas otra vez, reuniendo el valor suficiente.

—Derek, yo... 

—No te preocupes, Maya. Ya sé lo que vas a decir y te entiendo, estas enamorada de otro chico y eso es algo en lo que no debo entrometerme. —sonrió otra vez, demostrándome que en verdad no le molestaba que me sintiera atraída por otro chico.

Suspiré aliviada al escuchar aquellas palabras.

—De hecho... —siguió hablando, uniendo su otra mano al agarre y llevando mi palma cerca de su boca, agachando su cuerpo para que sus labios hicieran contacto con la misma. —Tengo una amiga que estuvo ayudándome a encontrar a Kate, para poder resolver el problema de mi aspecto de adolescente. —explicó dando una pequeña pausa. —Puede que ella sienta algo por mí, como yo por ella.

Lo miré sonriente ante la noticia, sintiéndome aún más aliviada. 

Me alegraba saber que Derek había encontrado a alguien con quien podría tener un futuro seguro, pues ambos sabíamos que entre nosotros existía una diferencia de edades bastante grande y, que tarde o temprano, terminaríamos por arrepentirnos de nuestras decisiones.