✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐀𝐑𝐄𝐖𝐄𝐋𝐋, teen wolf¹

15| The First Game Part 1

15| El primer partido Parte uno

Luego de haberle dado la paliza de su vida a ese tal Brett, corrí por todo el colegio tratando de encontrar a los chicos. Los había descubierto en el vestuario de hombres, que estaba a escasos centímetros de mi casillero, dándole una ducha de agua fría a Liam para que éste volviera a ser humano otra vez. Luego de que la transformación hubiese pasado, habló un poco con los chicos sobre su pasado en la otra escuela y sobre quién era el chico que había pedido el barril de cerveza en la fiesta del viernes. El chico que había ordenado el alcohol era un gran sospechoso, ya que éste podría haber sido el asesino de Demarco; un tipo que le vendía alcohol a menores y que además era un hombre lobo.

No descubrimos quien lo había pedido, pero Liam sabía quién había pagado por el barril. 

Garrett.

—O por Dios —exclamé y los tres chicos me miraron confundidos—. Acabo de contarle casi toda mi historia a ese chico...

Me quedé mirando a la nada, tratando de reflexionar lo que acababa de escuchar.

Garrett, el chico al que me había encontrado hoy a la mañana en el bus, el chico que parecía ser una buena persona, el chico que tenía apariencia de ángel, era un asesino. Lo primero que se me vino a la mente fue que él solamente había hablado conmigo para obtener información. Garrett y su novia, probablemente, estaban planeando mi muerte en ese mismo instante y yo les había contado todo acerca de mí. Lo que más me preocupaba, era que Garrett le pudiera contar a Stiles sobre Anna. Si Stiles se enteraba de que no le había dicho nada sobre la muerte de mi tía, jamás me lo perdonaría.

Ahora comprendía porque Garrett había reaccionado así al saber que mi apellido era Stilinski. Ahora lo tenía más que claro; mi nombre y apellido estaban en esa lista.

Por un momento pensé que iba a desmayarme, pero una mano sujetó mi hombro; Stiles.

—No pasa nada, Maya —intentó animarme—. Está bien, le contaste cosas cruciales sobre tu vida a un asesino profesional, pero no es como si estuviera pensando en tu dolorosa y lenta muerte —toda la tensión que podría haber acumulado mi cuerpo desapareció al escuchar a Stiles hablar con su tan peculiar ironía.

Lo miré mal.

—Gracias, Stiles. Deberías ser Orador Motivasional, esa es claramente tu profesión —y sonreí sin ganas, a la vez que le pisaba el pie derecho a mi hermano mayor.

—¡Auch! —exclamó—. Este pie es crucial para el partido de hoy en la noche, ten más cuidado —dijo, tocando su pie tratando de calmar el dolor.

—¿Sabes que más es crucial para esta noche? —comenté—. Cuidarnos la espalda.

[...]

Faltaba media hora para que el partido de Lacrosse comenzara y yo ni siquiera me había cambiado. Había salido de bañarme hacía pocos minutos y yo solo me estaba secando el cabello, para suerte de las chicas, ya sabía que me iba a poner.