19| Lydia got hurt

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19| Lydia salió lastimada


—Hola. —le sonreí a Scott mientras él despertaba poco a poco en la clínica.

El golpe que uno de los Berserkers le había dado a Scott, había provocado la inconsciencia del alfa por lo que me vi obligada a quedarme congelada en mi lugar. No podía mover ningún músculo de mi cuerpo, porque si lo hacía, terminaría por llamar la atención de los míticos guerreros vikingos y eso era lo menos que quería en ese momento. 

En cuanto los Berserkers hicieron su camino fuera de la carretera y mis ojos ya no pudieron observarlos desde ningún punto de vista, corrí hacia Scott para ver como se encontraba. Al percibir que aún respiraba, me dispuse a comunicarme con Deaton por medio del celular de un inconsciente Scott pues yo no tenía agendado el número del veterinario. En cuanto finalicé aquella llamada, me comuniqué con el Hospital para que enviaran una ambulancia, así podrían atender a mi padre, a Rafael McCall y a su acompañante apropiadamente.

Había hecho todo eso con las manos temblorosas y con un constante miedo por la salud de mi padre y de mi mejor amigo. No era como si no me interesara el bienestar de las otras tres personas heridas, el padre de Scott, el agente de la estación y Garrett, pero no los conocía tanto como para preocuparme por ellos.

Debatí conmigo misma con respecto a qué hacer con Garrett por varios minutos, decidiéndome por dejarlo inconsciente en algún punto del bosque diez minutos después. Si tenía algo de suerte, nadie sería capas de encontrarlo. 

En verdad aborrecía a Garrett, y aunque era consciente de que lo que estaba a punto de hacer me enviaría al infierno de inmediato, no me importó en lo absoluto. Por fin obtendría mi venganza y él ya no podría hacerle daño a ninguna otra persona. 

Todos ganábamos.

En cuanto me pude comunicar con Deaton, lo primero que me dijo fue que encontrara la forma de trasportar a Scott para que él pudiera curarlo. 

El Berserker se había encargado de incrustarle a Scott una daga hecha de huesos en el costado derecho de su abdomen, yo no estaba dispuesta a sacarle la misma con brutalidad y en medio de la nada pues podía ser muy peligroso, más que nada porque nunca había tenido que extirparle un arma del cuerpo a mi mejor amigo y no sabía como hacerlo. Por lo que me vi forzada a utilizar la camioneta de Garrett como vehículo para enviar a Scott a la Clínica Veterinaria de Deaton. Una vez allí, me encontré con un hombre de cabellos rubios, ojos de un penetrante color celeste y una gran barba que le quedaba perfectamente bien. 

El hombre se había presentado como Chris Argent y padre de la recientemente fallecida Allison Argent, pero como no me fiaba mucho de él, tuvo que explicarme un poco de su historia y de cómo había conocido a Scott y a mi hermano. A cambio, yo también tuve que comentarle mi historia.

—En realidad esperaba que estuvieses fuera un par de minutos más. —habló Deaton en cuanto Scott despertó, despejándome de mis pensamientos. Mi mejor amigo inmediatamente observó una parte de su pecho al sentir un punzante dolor en la zona, encontrándose con el arma que lo había lastimado. 

Noté como su respiración comenzaba a tornarse irregular y no pude evitar sentirme mal. En verdad iba a dolerle el extraer la daga de su cuerpo. 

—Scott. —habló el señor Argent, logrando que el Alfa Verdadero dirigiera su mirada hacia él. —Esto va a doler. —volvió a decir. Y antes de que Scott pudiera decir algo, agarró el arma que estaba incrustada en su cuerpo, para comenzar a tirar de ella para sacarla. 

Los gritos de dolor de mi mejor amigo provocaron que retirara mi mirada de las manos de Chris, las cuales intentaban extraer la daga, con una expresión de dolor en mi rostro.

✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐀𝐑𝐄𝐖𝐄𝐋𝐋, teen wolf¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora