✓ | 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐈𝐍𝐆 𝐅𝐀𝐑𝐄𝐖𝐄𝐋𝐋, teen wolf¹

30| Into trouble

30| En problemas

No podía con eso. Toda mi infancia me la había pasado entrenando para hacerme fuerte, veloz y una gran estratega pero no podía. No podía enfrentarme a Derek, mucho menos de esta manera. El chico era una gran persona y pasaba lindos momentos con él, es más, hasta creía que estaba comenzando a enamorarme de Derek pero no; todo lo que había estado sintiendo era sólo una vil confusión.

Me sentía una cobarde y una imbécil. Había luchado con cientos de seres sobrenaturales, había luchado cuerpo a cuerpo con otras personas pero aunque me sintiera completamente capaz de lidiar con cualquier problema, cuando se trataba de sentimientos era una completa inexperta.

Sequé una de las lágrimas que habían comenzado a caer por mis mejillas una vez que estaba frente al volante de la camioneta. 

Ni siquiera sabía porque lloraba. Tal vez era porque mi orgullo estaba herido, tal vez era porque tenía mi autoestima por el piso o simplemente era porque Andrés me vendría a visitar dentro de poco y me encontraba un tanto sensible con respecto a todo. No lo sabía, solo era consciente de que algún día tendría que hablar con Derek sobre lo sucedido hoy pero tampoco sabría decir si eso sucedería pronto.

Sentí como mi bolso comenzaba a vibrar y una pequeña luz se colaba por entre la apertura de éste. Era Scott que me había mandado un mensaje.

"Ey, Maya. Iré a la Hoguera de la escuela, ¿vienes? Si quieres puedo pasar a buscarte. 

xxScott."

Sonreí a la pantalla del celular ante el mensaje de texto. Scott no sólo era el Alfa de la manada sino que también era el padre de la misma, la forma en la que protegía y cuidaba de todos era lo que lo delataba. Él se pasaba cada día de su vida tratando de encontrar una solución que nos beneficiara a todos y eso era lo que admiraba más de Scott.

Era el mejor amigo que podría desear.

No me sentía de ánimos como para ir de fiesta, no obstante, se lo había prometido a Mason. Además, sería la excusa perfecta para olvidarme de mi vida amorosa, la cual no sabía que existía sino hasta el momento en el que volví a la ciudad.

"Ey, Scott. Ahora no estoy en casa pero iré de todas formas, ¿podrías pasar a buscarme dentro de una hora y media? 

-Maya."

No esperé a que me respondiera y arranqué el coche rumbo a mi casa, sabiendo la respuesta que el alfa me enviaría. Sólo esperaba que mi hermano no estuviera en casa porque lo único que me faltaba era encontrarme a Stiles y empezar a discutir de nuevo.