Mabel caminaba hacia fuera del aeropuerto mientras arrastraba su maleta.
Ya no le importaba nada, ni sus padres, ni su amor literario, ni Hope.
Sentía que la odiaba, lo sentía en lo profundo de su ser.
Pero la verdad no lo hacía.
Mabel salió del aeropuerto y fue a un pequeño bosque que había ahí.
Ella amaba los bosques, la hacían sentirse libre.
Aunque le pareciera muy ridículo y no era el momento adecuado, Mabel se tiro al pasto y cerro los ojos.
Lo único que ella quería hacer era gritar, y eso hizo.
Gritó lo más fuerte que pudo, hasta que su garganta dolió.
Ya se sentía más tranquila.
La rubia sintió como alguien se acostaba a su lado, pero no fue necesario abrir los ojos para saber quien era.
-¿Que quieres? -Preguntó Mabel.
-¿Por que quieres irte? -Volvió a preguntar Regulus calmado.
-No siento que este sea mi hogar.
-Claro que es tu hogar.
-Todo el mundo es mi hogar, y no puedo mantenerme en un sólo lugar, es asfixiante.
-Pero... ¿Alguna vez te fuiste?
-Muchas veces.
-¿Y como se sintió?
-Fue una probadita de libertad, hasta que tuve que volver y estaba encerrada de nuevo.
Los dos chicos se quedaron en silencio, y Mabel sintió como Regulus la tomaba de la mano.
-Te quiero, aunque te conozca hace menos de un mes, siento que te conozco de más tiempo. -Le susurro Regulus a Mabel.
-Yo también te quiero, Reg.
Mabel suspiro. Ya estaba mucho más calmada, aunque seguía furiosa con Hope.
-¿Por que hicieron eso? -Pregunto Mabel con tranquilidad.
-¿Que cosa?
-Hacer que pierda mi vuelo.
-Yo no quería, Hope tuvo la idea.
-Pero no la detuviste...
-No creí que iba a hacer eso...
Mabel abrió los ojos y miró a Regulus. Tenía los ojos llenos de lágrimas, pero aún así le sonrió, y era una sonrisa sincera.
-De verdad quiero odiar a Hope, pero no puedo.
-Eso significa que la amas.
-Ya lo se...
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¡¿Epoca Merodeadora En La Vida Real?!
RandomLas vidas de Mabel Quinteros y Eileen Hope Kimberly no eran ni especiales ni diferentes. Mejores amigas conocidas por una amiga en común se hacen inseparables aunque no estén en las mismas escuela. Nada es mágico o fuera de lugar ¿o si? Pero la vida...