Capítulo Dieciséis.

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- LuHan, permíteme... -

- ¡No! –exclamó aun sorbiéndose los mocos y se aferró más al brazo de KyungSoo.

- Pero necesito... -

- ¡Qué no! ¡Carajo! ¡Qué no! –gritó y enterró su rostro llenó de lágrimas en el brazo del pelinegro.

- Pero quiero hacer pipí –se lamentó el pequeño y LuHan lo ignoró.


Después de entrar al hogar de LuHan, éste, se lanzó a los brazos de "su hijo" para llorar y llorar y llorar. Y así llevaba dos horas, KyungSoo trató separarse de él pero sólo logró que apretará más su brazo, ya no sabía qué hacer con LuHan. Ni siquiera le pudo ir a comprar helado para que pudiera deprimirse a gusto.


- Pues te haces en los pantalones –le contestó y el pelinegro suspiró cansino.


KyungSoo un poco harto de la situación, saco su celular y marcó al primer contacto que vio.


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El sonido de una llamada entrante hizo que los dos "jedis" se quedaran estáticos y con sus sables por encima de sus hombros.


- No contestes –pidió BaekHyun con un puchero en los labios.

- Puede ser importante –y ChanYeol caminó hacía su celular, que se encontraba votado en algún lugar de su sala.

- Sí Darth Vader hubiera escuchado su celular sonar, no hubiera parado su pelea contra su hijo y mucho menos eso hubiera impedido que le cortara la mano –protestó Baek mientras ChanYeol aventaba cojines y los sillones para poder hallar su celular.

- Claro, pero yo no soy Darth Vader –lo encontró justo dentro de una de las plantas que tenía su madre en la sala- ¿Hola? –

- Pero traes su casco –señaló Baek pero ChanYeol le hizo una seña para que se callara.

- ¡Oh Dios! ¿De verdad, KyungSoo? –esperó a que el de la otra línea le contestara- Estaba bien, voy para allá –y colgó.


Baek frunció el ceño y tiró su sable de luz al suelo para cruzarse de brazos. ¿Por qué si KyungSoo gustaba de JongIn, no dejaba de interponerse en su intentó por conquistar a Yeol?


ChanYeol se quitó el casco y el sable de luz lo dejó en el sillón, caminó hasta el perchero de la entrada y tomó su abrigo largo negro para después tomar sus llaves y llegar hasta la puerta.


Baek se quedó estático en su lugar, viendo como el amor de su vida iba en auxilio de la damisela en peligro llamada KyungSoo.


- ¿No vienes? –preguntó ChanYeol cuando notó que su amigo no lo seguía.

- ¿Debería? –preguntó molestó, con los celos desbordándose por su boca.

- Claro, LuHan es nuestro amigo. Y de seguro mañana querrás enterarte del chisme y yo no pienso repetírtelo –caminó hasta él y lo tomó de la mano para guiarlo a la salida y emprender el recorrido hacia la casa de LuHan.

Ya no odio a TaeMin. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora