Capítulo Uno.

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KyungSoo y su amor "inalcanzable" (como le decía al moreno guapo de 182 centímetros, con sonrisa perfecta y cuerpo de dios griego, de nombre JongIn) no podían estar juntos por una única razón llamada: TaeMin. O al menos eso era lo que el pequeño pelinegro decía.


La primera vez que lo miro no fue como en las típicas historias de amor de adolescentes, aunque sí, lo vio en el pasillo de su escuela pero no, no chocó con él por cosas del destino y mucho menos ambos se perdieron en los ojos del contrario.


Simplemente KyungSoo se encontraba guardando todos sus libros en su casillero pues hace tres días que no encontraba la clave de este y como burro, cargaba a diario todos sus libros. Gloriosamente recordó que la contraseña la tenía en su teléfono guardada en una nota y por fin ese día dejaría de tener dolores en su espalda.


Entonces cuando volteó para seguir su camino se encontró con el más bello hombre jamás visto por sus ojos, incluso cree haber visto un halo de luz alrededor de la figura esbelta de aquel moreno. JongIn simplemente pasaba por ahí como cualquier otro estudiante sin inmutarse en nada, o eso fue lo que aparentó.


Llámenle obsesión, pero KyungSoo necesitaba saber más de aquel alto moreno de ojos brillantes y cabello sedoso, no podía quedarse así, necesitaba saber su nombre, su cumpleaños, en qué grado iba, si tenía hermanos o hermanas, si tenía... novia o si bateaba chueco igual que él.


KyungSoo no podía seguirlo, tenía la importante misión de ser el mediador en las peleas maritales de JongDae y MinSeok, así que resignado caminó hasta el comedor del colegio y después de coger un paquete de galletas con un jugo (nada natural) de uva de la máquina expendedora llegó a su lugar a lado de sus amigos. Se dejó caer en la silla con un sonoro suspiro que hizo a todos voltear a verlo.


— ¿Qué te ocurre, KyungSoo? —preguntó Yeol, quien siempre estaba interesado en lo que le ocurría.

— Me he enamorado —suspiró de nuevo y le dio un largo trago a su jugo, queriendo ahogar sus penas en el.


Un silencio se formó en la mesa y seis pares de ojos se fijaron en él.


— Creímos que eras asexual —dijo JongDae desconcertado.

— ¡Espera! ¿Cuándo acordamos eso? —preguntó LuHan dirigiéndose a JongDae.

— El día que fuimos a comer a ese restaurante donde te salió un peine en la sopa —le contestó MinSeok quien se encontraba entre JongDae y LuHan sentados.

— ¡Ah! Pues yo no estaba porque no recuerdo —negó.

— No estabas porque estabas en el baño sacando todo lo que te hizo daño ese día, amor —aclaró su novio, SeHun.

— Ahora sí me acuerdo —hizo una mueca de disgusto, esa vez se había enfermado horriblemente, cortesía de aquel restaurante con comida de dudosa procedencia y recomendación de su tacaño novio.

— Pero se declaró gay, ¿lo recuerdan? —aportó BaekHyun quien estaba enfrente a los otros cuatro, a lado de ChanYeol y de KyungSoo.

— Eso es cierto, ¿por qué creímos que era asexual? —preguntó confundido MinSeok y todos se encogieron de hombros.

Ya no odio a TaeMin. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora