Capítulo Trece.

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JongDae las miró perplejo, "¿Cómo que juntando al ChenMin?, ¿Quién les dijo que yo quería juntar mi nombre con el de MinSeok?" pensó molesto.


JongDae estaba enamorado de MinSeok, sí, pero jamás de los jamases se lo diría directamente a él, ya ni hablar de tener una relación amorosa con su amigo. Todo era muy complicado, para empezar eran amigos, después venía el asunto de la homosexualidad la cual aún no aceptaba completamente, porque él salía con chicas... que podrían tener parecido con MinSeok para luego dejarlas porque no eran MinSeok... pero eran chicas, no chicos.

Y para finalizar estaba el asunto de "MinSeok no siente lo mismo que yo" o más bien tenía miedo de enfrentarlo, tal vez no soportaría un rechazo de su pelirrojo amigo o peor aún, no estaba listo para un "Sí, yo también estoy enamorado de ti" que era lo que más le aterraba.


Su mente estaba sumida en sus pensamientos mientras las demás chicas gritaban histéricas proponiendo planes para que los dos se pudieran declarar su amor.


- ¡Basta! –gritó Chen- Yo no me le declarare a MinSeok y mucho menos estoy feliz con su nuevo club, así dejen de decir "ChenMin" y déjenme en paz –y salió furioso del salón, azotando la puerta en el proceso.


Todas lo miraron irse, perplejas por su reacción.


- Está en negación –dijo Irene aun mirando hacia la puerta, Joy se le acerco y tomó su mano, cruzando sus dedos.

- ¿Seguiremos siendo el club "Juntando al ChenMin"? –preguntó Joy a su novia.

- Más que nunca –afirmó y todas comenzaron a gritar emocionadas y brincando de la felicidad.


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El sentimiento que KyungSoo transmitía al cantar era tan palpable que en verdad los demás estudiantes que se encontraban en el aula se contagiaron de la melancolía de la canción que el pequeño pelinegro interpretaba.


La profesora jadeo al escuchar como KyungSoo podía subir y luego bajar los tonos, su voz era perfecta, no podía alcanzar notas tan altas pero definitivamente su color de voz era único.

KyungSoo había nacido para cantar, era una lástima que tanto tiempo hubiera desperdiciado por un pequeño error culpa de la miserable pubertad. El pelinegro terminó su interpretación y el aula se llenó de aplausos y halagos.


- KyungSoo... eso fue magnifico –dijo emocionada la señora Lee.

- ¿De verdad? –preguntó incrédulo KyungSoo.

- Te lo juro... creo que no necesito hacer la pregunta, todos están de acuerdo con que estés en el club –afirmó y todos los demás jóvenes asintieron con la cabeza.


Pero a pesar de estar oficialmente en el club de canto, KyungSoo se sentía tan decaído, ni siquiera se mostró feliz, simplemente agradeció.

Y es que JongIn y su rostro de decepción estaban tan presentes en su mente, ¡demonios! Ni siquiera pudo entender cómo es que no se había equivocado cantando esa canción, aunque tal vez era porque la canción describía perfectamente su situación y es que realmente JongIn era el único para él, no veía a nadie más. Vivía en las nubes por su causa, había caído completamente por el moreno y no pensaba levantarse y seguir.

Ya no odio a TaeMin. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora