Capítulo Veintiocho.

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KyungSoo abrió lentamente los ojos, quería acomodar su cuerpo en otra posición pero al intentar girar se acordó de que no estaba él sólo en su cama.


Y sintió la manos de JongIn aún alrededor de su cintura, con cuidado se giró hasta estar frente a él y sonrió porque todo le parecía tan irreal, hace apenas unas semanas estaba acosando a JongIn de la manera más psicópata que sólo a él se le hubiera ocurrido hacer y en ese momento estaban así juntos, abrazados, compartiendo cama y tal vez a futuro algo más.


Después de contemplarlo unos minutos, JongIn despertó y una sonrisa quedó en su rostro cuando logro visualizar los bellos ojos curiosos que lo miraban atento a cualquier movimiento.


- Buenos días –dijo en voz baja KyungSoo.

- Buenos días, Soo –contestó JongIn.

- Aún es temprano, ¿quieres seguir durmiendo? –

- No parece mala idea –sonrió JongIn coqueto y apretó el agarre que tenía sobre la cintura de KyungSoo para después enterrar su rostro en el cuello del más bajito.


KyungSoo se sentía morir, ¿cómo era que tan pronto ya tenían contacto físico? Era muy apresurado, pero ¡qué importaba! Si era JongIn el que lo abrazaba, estaba todo bien.


Un gruñido salió de su estómago y JongIn se apartó para verlo a la cara y lanzarle una sonrisa de burla. KyungSoo se avergonzó pero tenía mucha hambre y es que la noche anterior no había comido absolutamente nada, no le agradaba el sabor semi-amargo que tenían los bombones asados y LuHan había acaparado las salchichas así que no ingirió nada.


- ¿Ya quieres desayunar? –le cuestionó el moreno mientras KyungSoo usaba sus manos para tomar las cobijas y taparse la cara, sólo dejando visibles sus ojos.

- Sí, me baño y voy a la cafetería –

- Recuerda que hoy me toca a mí traerte el desayuno –


JongIn soltó a KyungSoo se sentó en la cama, se estiró y luego se colocó las pantuflas azules que estaban de lado de su cama.


- ¿Y si mejor vamos juntos a desayunar? –le propuso KyungSoo.


JongIn se colocó una chamarra, pues la temperatura seguía baja y hacía un frío infernal.


- No te muevas, ahora regreso –le dijo ignorando su pregunta y antes de que KyungSoo pudiera detenerlo, salió corriendo de la cabaña, aún con pijama y el cabello revuelto.


KyungSoo pataleó en su cama muy emocionado, ¿acaso la vida podía ser mejor? Tuvo que reprimir un gritito de felicidad cuando vio a JongIn regresar con una charola repleta de comida sólo para él, porque "Después me encargaré de mi estómago, Soo. Ahora come tú o te alimentaré yo".


Pero aun así terminaron compartiendo la comida entre bromas, risas y coqueteos por parte de ambos.


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Ya no odio a TaeMin. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora