Luchando contra la corriente [Draco Malfoy]

Dos

Con Hermione llegamos hace tres días a la madriguera y desde entonces no he vuelto a tener pesadillas. Nos quedamos en la habitación de Ginny y ha sido muy divertido, al menos me sirve para distraerme y no pesar en lo que no debo pensar.
Jugamos quidditch, hablamos de chicos, Ginny nos contaba sobre un chico que le está empezando a gustar, se llama Dean Thomas. Y com respecto a Hermione, yo sé que siente algo por Ron aunque nunca lo quiere admitir.

De Harry no hemos tenido noticias.

—¿Y si ese tal Horade Slughorn, es el nuedo profesor de pociones, que had de Snape? ¿Ya no dadá clases? —preguntó Hermione mientras se lavaba los dientes.

—No lo sé Hermione, Remus no me dio muchos detalles.

—¡Maaaaaaaaaaamá!— Gritó Ginny desde el primer piso.

—¿Que le sucederá a Ginny? —inquirí mientras Hermione escupía la pasta y se encogía de hombros.

—¿Quería saber a que hora llego Harry? —dijo la pelirroja.

—¿Harry? —preguntó Hermione—, ¿Harry está acá?

—No lo sé— respondí—,vamos a ver.

Nos asomamos por las escaleras y Ron también estaba ahí.

—¿Harry? ¿Quién dijo Harry?—  preguntó Ron con mucho entusiasmo.

—Yo... entrometido —resopló Ginny—. ¿Está contigo?

—Claro que no, sabría si mi mejor amigo estuviera en mi habitación.

—Se escucha su lechuza —Dijo Hermione.

—¿Ustedes no lo han visto? —habló Ginny directamente a mi y a Hermione–. Al parecer anda por la casa.

—¿En serio? —pregunté mientras bajaba algunos escalones.

—En serio —Se escucho la voz de Harry.

—¡Harry! —Exclamó Ginny.

Bajamos rápido las escaleras, Hermione corrió abrazarlo y luego yo me acerqué.

—¡Isa! –dijo mientras me abrazaba— ¿Cómo estás?

Sabía a que se refería así que solo sonreí y asentí con la cabeza.

—¡Pero que agradable sorpresa! —Dijo la señora Weasley– ¿Por qué no nos avisaste que vendrías?

—Eh, pues... no lo sabía. Fue Dumbledore —respondió él.

—¡Ay, ese hombre! ¡Qué haríamos sin el! —rió la mamá de Ron.

—Hermione... —susurró Ron—... Tienes pasta de dientes.

Todos reímos ante ese comentario innecesario.

Era agradable estar con todos mis amigos, ahora más que nunca los necesitaba.

Cenamos todos juntos y luego subimos a la habitación de Ron, prendimos una "fogata" con el diario el profeta.

—Bien, al menos el profeta sirve de algo —comentó Ron, refiriéndose a la mini-fogata.

—¿Cuando llegaste? —me preguntó Harry.

—Hace algunos días, cuando Hermione llegó de sus vacaciones.

—¡Oh! ¿Como la pasaste en tu vacaciones Hermione? —quiso saber.

—Bien... —sonrió delicadamente—. Aunque hace un tiempo no sabría si vendría porque... —Ella miró a Ron.
No entendía de que estaban hablando.