Veintiuno

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Draco era un mortífago.

Era obvio.

Me sentía verdaderamente tonta, yo tenía todas las maneras de saberlo, pero aún así me negaba aceptarlo.

Me negaba aceptar que el fuera una mala persona, me negaba a creer.

Pero me equivoqué.

Todos tenían razón.

—Isa por favor, no te vayas.

Su voz débil y cortada resonó por mis oídos y no pude evitar detenerme.
Me giré y lo miré directamente a los ojos.

—Déjame ver tu marca —le exigí.

Tenía que verlo con mis propios ojos.

Draco negó con la cabeza y bajó la mirada. Ni siquiera era capaz de mirarme a los ojos.

Yo estaba molesta, demasiado molesta. Pero mi incredibilidad seguía ahí.

Aún me negaba aceptar.

Aún me negaba a creer.

Me negaba a creer que Draco era una mala persona.

Caminé lentamente y cuando estaba a unos pequeños centímetros de él, tomé con delicadeza su mano y levanté la parte de la camisa que cubría su brazo izquierdo, ahí estaba, en su antebrazo: la marca tenebrosa.

Draco tenía la mirada hacía el suelo, pero aún así noté como una lágrima recorrió lentamente por su mejilla

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Draco tenía la mirada hacía el suelo, pero aún así noté como una lágrima recorrió lentamente por su mejilla.

Lo miré fijamente, no sabía que decir.  Y a penas solté su mano, él levantó la mirada y sus ojos chocaron con los míos. Luego de unos segundos su mirada se desvió a mis labios, y nuevamente a mis ojos.

¿Qué se supone que debía decir? Realmente estaba muda y el silencio me estaba matando.

Unas insaciables ganas de besarlo se apoderaron de mí. Y por un impulso loco, y sin pensarlo dos veces, lo hice.
Terminé de romper la distancia entre nosotros acercando mis labios a los de él, y lo besé.

Lo besé.

Cerré ligeramente mis ojos y LO BESÉ.

Él no tardo en corresponderlo e hizo más intenso el beso. Sus dulces labios se movían con ternura y al corriente con los míos.
Draco posicionó su mano sobre mi mejilla y la acarició con dulzura.

Me encantaba esa sensación de libertad. Era como volar, pero no en una escoba. Si no que, volar libre como un pájaro, era como estar en las nubes.

Luchando contra la corriente [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora