Luchando contra la corriente [Draco Malfoy]

Quince: Fiesta de Slughorn parte III.

Estabamos besándonos.

Sus labios suaves se movían al compas con los míos. No sé exactamente cuanto tiempo estuvimos así.
Solo sé que estaba teniendo una sacudida de emociones, pero una voz chillando a lo lejos hizo que me alejara rápidamente de Draco; era Snape.

—Quédate acá y no hagas ruido —me dijo Draco, muy nervioso mientras me empujaba hacia el aula.

—Pero...

—No salgas hasta que yo te diga, Isa —me ordenó y luego salió del aula.

—¡Draco! —escuché que gritó Snape—. ¿Dónde estabas? No puedes cometer errores, Draco, porque si te expulsan...

—Ya lo sé —respondió fríamente.

—Ya sospechan que estuviste implicado —repuso Snape con frialdad y no comprendí a que se refería.

—Yo no tuve nada que ver, ¿queda claro?

—Fue algo torpe y descabellado, Draco.

No entendía a que se referían.

¿Qué se supone que había hecho Draco?

—¿Quién sospecha de mí? —preguntó Draco con enojo—. Y por última vez, no fui yo, ¿de acuerdo? Katie Bell debe tener algún enemigo que nadie conoce... ¡Y no me mire así! Ya sé lo que intenta hacer, pero no le dará resultado.

Ahora entendía todo.

Snape sabía lo de Katie Bell... Pero, ¿por qué Draco lo negaba? Y lo más importante, ¿Por qué Snape había encubierto a Draco ese día en el despacho de la profesora McGonagall?

Todo era muy confuso.

—Vaya, impresionante —habló Snape con tranquilidad—. Veo que Bellatrix te ha estado enseñando Oclumancia. ¿Qué pensamientos quieres esconder, Draco?

Esperen un momento.

¿Dijo Bellatrix?

¿Draco con Bellatrix?

Y peor aún, ¿le enseña Oclumancia?

—¡No escondo nada, es sólo que no quiero que usted se entrometa! —exclamó Draco.

Me apegué un poco más a la pared para oír mejor.

—Por eso este año me has evitado desde que llegaste a Hogwarts, ¿no? ¿Temías que me entrometiera? ¿O es por la señorita Black, Draco?

Esperen un momento.

¿Qué diablos tenía que ver yo?

—No, ella no tiene nada que ver —habló fríamente—. ¿Y sabe qué? Haga lo que quiera profesor. ¡Castígueme! ¡Denúncieme a Dumbledore!

Hubo un silencio y pensé que se habían marchado pero Snape empezó hablar muy seriamente:

—Sabes muy bien que no haré ninguna de esas cosas. Solo intento ayudarte.

—No necesito su ayuda —replicó Draco muy frío, ¿por qué trataba así a Snape si siempre le había caído bien?

—Escucha —susurró Snape, pero aún podía oírlo—. Le prometí a tu madre que te protegería. Hice el juramento Inquebrantable, Draco si tu padre viera esto...