Seis

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Estaba recostada en las hojas que caían del otoño, miraba el cielo y las nubes. Todo era realmente hermoso.

Divisé a alguien a lo lejos.

Lentamente se empezó acercar.

Su cabello dorado se reflejaba por el sol.

Era Draco Malfoy.

Todo se volvió borroso.

Ya no estábamos ahí, estábamos en la oficina de Umbridge, él me sostenía.

Déjame ir Draco. Es mi padre.

No hasta que vuelva Umbridge —susurró.

Por favor.

Él me miró detenidamente, su rostro se empezó a difuminar.

Todo se volvió muy borroso, ya no estaba en su oficina, estaba en el departamento de misterios...

Todo estaba muy borroso.

Pero estaba con Sirius.

Reconozco el lugar, ahí ocurrió.

—Escucha Isa, lo han hecho muy bien. Estoy orgullosa de ti —las palabras de mi padre resonaban por mi cabeza—. Pero deben irse de acá.

Sirius tomó mi rostro con una sonrisa de ternura, luego se dirigió a Harry y le dijo que nos sacará del lugar.

Todo estaba muy borroso, otra vez.

Unos gritos se apoderaron del lugar, pero pude ver a mi padre.

Rápidamente cayó sobre el arco.

Se había ido.

—¡Siriuuuuuuuuus! —exclamé muy fuerte y las lágrimas comenzaron a caer.


Desperté de un salto, realmente tenía lágrimas en los ojos y el sudor corría por todo mi cuerpo.

Sólo había sido una pesadilla.

De cierta forma odiaba tener esa pesadilla, porque bueno, me hacía revivir el dolor y el horrible recuerdo de ésa noche. Pero por otra parte, ese sueño es la única forma que tengo de volver a ver a Sirius, de volver a escuchar su voz.
Y por algunos segundos, por más pequeños que sean, siento que está con vida.

—Isa, ¿estás bien? —preguntó Hermione, seguramente la había despertado.

—Sí —susurré—, vuelve a dormir.

Noté que ella ya estaba levantada.

—¿A dormir? pero si ya van a comenzar las clases, bajemos a tomar desayuno.

—¿Qué? ¿Cuál es nuestra primera clase? —pregunté mientras me paraba de la cama.

—Encantamientos, y recuerda que después serán las pruebas de Quidittch y Ron se presentará como guardián.

—Supongo irás a darle ánimo —la miré de una manera complice.

—Iremos —me corrigió—, es nuestro amigo.

Encarné una ceja.

—Es mi amigo, sí. Pero creo que él y tu son algo más que amigos, ¿no?

Luchando contra la corriente [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora