Luchando contra la corriente [Draco Malfoy]

Veintisiete

—¿Significa que son...? —Susurró Hermione con sus ojos abiertos totalmente como platos. Estábamos en la biblioteca, ella escogía unos cuantos libros para leer.

Encarné una ceja confundida ante su suposición.
Por fin le había contado a mi amiga todo (o casi todo) lo ocurrido con Draco.

—¿La palabra que empieza con "no" y termina con "vio"? —dijo mientras hacía una mueca y seguía buscando entre los estantes de la biblioteca.

—Sabes que soy mala para los acertijos, Hermione.

—Vamos Isa, no es un acertijo. ¿Tu y Malfoy son novios?

—¿Qué? —me sorprendí y negué con la cabeza rápidamente y ella me miró con el ceño fruncido—. Bueno, no lo sé. No hemos hablado de eso.

—Pero es como si lo fueran —Hermione rodó los ojos.

—No lo sé, Hermione —le entregué uno de los libros del estante—. Pero por favor, no lo comentes con nadie. Menos con Harry o Ron.

—No te preocupes Isa, pero sabes que tarde o temprano tendrás que contarles, ¿no?

Asentí levemente con la cabeza y suspiré.

—Lo sé.

Hermione terminó de sacar los últimos libros y los guardó en su mochila.

—¿Y a qué crees que se referían los mortifagos con lo que "harán en dos días"? —preguntó Hermione refiriéndose a lo que le había contado.

—No lo sé —me encogí de hombros—. Pero ya pasaron más de dos días y nada ha ocurrido.

Habían pasado cuatro días desde mi ida al pueblo, y por más que intentaba sacarle información a Draco acerca de ese extraño encuentro entre mortifagos, no lograba nada ya que él siempre evitaba el tema.

—Hablando del rey de Roma —musitó mi amiga de mala gana. Yo la miré confundida y me indicó que mirara hacía la entrada de la biblioteca—. Creo que te buscan...

Draco estaba parado en la entrada de la biblioteca. Observándome.

—En seguida vuelvo —dije mientras caminaba hacía la entrada.

Draco me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera.

—¿Qué ocurre? —pregunté en cuanto estuvimos en un lugar donde nadie nos oía.

Me miró tiernamente y se encogió de hombros, luego de unos segundos respondió:

—Te extrañaba.

Sonreí levemente.

—Estás loco.

—Lo ideal sería que respondieras "yo también te extrañaba Draco, eres el amor de mi vida" —solté una pequeña carcajada ante su comentario y ante la voz extraña que puso al "imitarme"—. Pero lo digo en serio Isa, te extrañaba.

Me acerqué lentamente a él (más de lo que ya estábamos)

—Nos vimos a penas hace un par horas —volví a reír.

—Lo sé —dijo acercándose más a mis labios para besarme, pero lo detuve rápidamente al ver a su padre parado a unos metros de nosotros.