El aire fresco y frío me golpeo la cara en el momento en que me baje del avión. No podía creer que ahora estaba en Massachusetts solo para ir a la privilegiosa Universidad de Harvard, la universidad a la que siempre quise ir desde que tuve consciencia. Dejarlo todo atrás fue difícil, mi familia, mi vida, mi hogar, mis amigos, mi todo. Pero aquí estoy, lista para seguir adelante.
Tuve que detenerme para poder esperar un taxi en la orilla de la acerca, todo mi cuerpo temblaba ante la emoción. No había comprado un departamento, iba a compartirlo con una chica para así estar un poco más cómoda con este repentino cambio. Mi padre dice que en un lugar nuevo es mejor no estar solo hasta acostumbrarse, y yo he viajado desde Texas.
Cuando pude subirme a un taxi después de esperar 30 minutos, le di la dirección del apartamento, ya yo había conversado con la chica, no parece mala gente ni nada por el estilo, parece ser bastante divertida e interesante. El viaje fue más largo de lo que creí y aproveche para enviarle un mensaje a mi padre.
Mi madre nos había abandonado a mi padre, a mi hermano y a mi, cuando nací. Nunca la conocí y no se digno a enviar un mensaje siquiera en casi 18 años. Pero mi hermano y yo lo superamos hace muchos años y mi padre hace todo lo posible por darnos lo que nuestra hipócrita madre no pudo.
Cuando nos detuvimos, busqué el dinero en mi cartera, se lo entregue al taxista y baje del auto, camine hacía el apartamento a grandes zancadas, la maleta pesaba mucho y no podía esperar a acostarme en mi cama y descansar, me acerque a la puerta con el número 129 en el. Se podía escuchar la puerta vibrar por la música a todo volumen que provenía por dentro del apartamento, la toque un par de veces suavemente y luego tuve que golpearla más duro con mis nudillos para ser escuchada.
La puerta se abrió de golpe, y el sonido a tope de la música me hizo sobresaltarme un poco, mire a una chica de alta estatura, su pelo era rubio notablemente pintado y sus ojos eran negros, era diferente a mi, ya que mi pelo era pelirrojo y mis ojos eran azules intensos, mi padre dijo alguna vez que me parecía a mi madre. Ella tenía un par de piercings en el labio inferior de su boca y en el lóbulo de su oreja izquierda, y unos tatuajes que al parecer empezaban desde la espalda hasta el antebrazo. Me sonrió con amabilidad y hizo un gesto con la cabeza hacía mi dirección.
—Tu debes ser Hannah, ¿Cierto?—Grito por encima de la música, apenas pude escucharla bien así que tuvo que repetir otra vez lo que dijo para que la entendiera.
—Em, Si Hannah Cutter—Grite, sonreí con amabilidad y intente no sonar irritada al gritar en preguntar—: ¿Te importaría a pagar la música?
Ella después de unos segundos pareció entender y dijo algo que no logre comprender del todo por el sonido insoportable de la música, entonces desaparecio por la puerta unos instantes y cuando ya deje de escuchar la música, ella aparecio de nuevo por la puerta, la mire y sonreí.
—Disculpa eso —Murmuró, pareciendo avergonzada, se apartó de la puerta para dejarme pasar e hizo un gesto con la cabeza en dirección a el apartamento—. Pasa.
Asentí lentamente agarre mi maleta y entre al lugar, debía admitir que ella no era muy ordenada, pero mantenía las cosas en su lugar y eso por lo menos lo podía aceptar, la mire y trague saliva.
—¿Cual es tu nombre? —Dejé mi maleta encima de la cama y me dediqué a sacar toda mis cosas de ella.
—Zara Deymond—Dijo ella, acto seguido, se—prácticamente—lanzó a mi cama descuidadamente.
La mire por unos momentos, luego volví a concentrarme en la tarea que me había impuesto. Cuando sacaba una prenda de ropa la doblaba minuciosamente para luego guardarle en mi armario correspondiente.
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Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓
WerewolfEl destino los ha unido, fingiendo inocencia. El dolor lo ha atrapado, fingiendo demencia. El presente los ha torturado, fingiendo consciencia. La realidad los ha separado, fingiendo clemencia. Dos seres que deben estar separados, luchan con todo...