Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓

Capítulo 14 °Austin°°Hannah°

—No lo hagas, por favor—Me suplicó Hannah desde la cama.

Me giré lentamente para mirarla mientras me abrochaba la camiseta, sonreí intentando tranquilizarla pero a ella no pareció importarle—: Tranquila, volveré pronto, tengo muchos asuntos que atender como Alfa—Le expliqué.

—Noooo—Dramatizó como una niña pequeña, ahogue una carcajada—, no me puedes hacer esto, Aus, ¿que voy a hacer mientras estas fuera?

—No necesitas preocuparte—Me acerqué a ella recostándome con cuidado a su lado le di un beso en la frente—, cuando necesites algo dile a Fannie, ella te servirá.

—No quiero estar aquí todo el día hasta que llegues—Observó ella, rodeo con sus brazos mi cintura acercándome más a ella impidiéndome alejarme.

Sonreí y le devolví el abrazo apoyando mi barbilla en su cabeza, inhalando su embriagador aroma.

—No puedes salir, todavía no te he presentado a la manada y si sales sin mi los machos no tardarán en intentar algo contigo—Mascullé.

No me gustaba para nada la idea de no presentarla a la manada todavía pero quería que ella se acostumbrará al lugar primero para después dar el siguiente paso. Ella era mía, y me molestaba la idea de que nadie salvo los guardias lo supieran, quería que todos los machos al verla se alejarán un mar de distancia, quería meterla en una caja de cristal, no me gustaba que quizás para muchos machos ella fuera una mujer más de la cual aprovecharse.

—¿Puedo ir a la universidad?

Claro que podía, no había ningún problema con eso. Pero con Jorge rondando era peligroso y yo ahora que volví a la manada tenía muchos asuntos que atender y ella quedaría desprotegida, además, dejarla sola con Louis no me gustaba en lo absoluto.

—No.

—¿Por qué?—Insistió.

—Es peligroso—Admití.

—Puedes enviar a un guardia conmigo—Esa idea no me había pasado por la mente.

Ya me había olvidado de esa posibilidad, y no me gustaba, para nada aunque con un guardia estaría segura, decidí confiar en ella y asentir a regañadientes, ella chillo algo que no pude entender y me sacó a patadas de la habitación gritando que iba a vestirse.

Me obligué a bajar las escaleras y tomarme la libertad de asignarle 4 guardias-es mejor prevenir que lamentar-todos confiables; West Butocks, Tanner Butocks, Freddie Stumps, Bryan Thompson.

Luego de organizarnos, salí de la casa y de inmediato mi Beta; Matthew Collins se acerco a mi dándome un saludo fraternal—: ¡Alfa!—Exclamó feliz.

—Matt—Sonreí—, que gusto verte de nuevo.

—Dios, ¿por qué abandonaste la manada así?—Me miro incrédulo, analizándome de pies a cabeza.

—Tuve un problema personal y quise despejarme un poco—Expliqué, por que era cierto, había peleado con mi familia y no me sentía para nada bien.

—Oye, ¿quién era la chica que te acompañaba ayer?—Preguntó de repente—. ¿Es una nueva recurrente?

Mi sonrisa se borró en ese instante y apreté mis puños y mi mandíbula, la furia invadió mi torrente sanguíneo y sentí el palpitar de una vena en mi frente—: ¿Cómo la llamaste hijo de puta?

—¿Ah?—Me miro confundido y luego pareció entenderlo todo—: Oh, mierda, ¿ella es tu Mate?

—Y la Luna—Mascullé—. Ahora suplica por no recibir un castigo, Lobo.