Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓

Capítulo 11 °Hannah°

Estaba mirando la maleta cerrada que estaba sobre mi cama, indecisa sobre si seguir con esto. No le había dicho a mi padre nada por que ni siquiera había salido de la habitación, era 24 y me sentía la peor hija sobre la faz de la tierra, ¿Que clase de hija abandonaba a su familia en víspera de Navidad para irse con su novio a un festival a divertirse? Pues por supuesto, yo.

Simplemente no estaba preparada para ver a mi supuesta "Madre", todavía no había procesado la información y no toleraría verla otra vez a su rostro... Su rostro tan jodidamente parecido al mío. Ahora mismo una ruleta estaba girando por mi cabeza y se detuvo en un sentimiento totalmente desconocido para mi; Auténtica desesperación.

Su pelo y ojos eran parecidos a los míos y no quería mencionar sus rasgos. Lo que me daba un pobre consuelo era su figura, tan diferente a la mía, tenía una cintura ancha pero curvas pronunciadas, no como yo, cintura pequeña, y con pequeña curvas en el lugar correcto, tan pequeñas que apenas eran notables.

Se que me estaba debatiendo mentalmente entre agarrar la maleta y salir de la casa con Austin o por otro lado; Deshacer la maleta, bajar las escaleras y hacer como si nada hubiese pasado. Me decidí finalmente; Pasarla bien con mi novio.

—¿Hanny?—Una voz masculina me sacó de mis cavilaciones, me giré para ver a Charlie.

Mi corazón dio un vuelco furioso al ver lágrimas en sus ojos, algo en mi se rompió al ver su cara tan nostálgica y irreconocible por la mueca de dolor que se adueñaba de su rostro al posar su vista en la maleta-ya hecha-junto a mi cama.

—Pensabas irte—La nostalgia en su voz no pasa desapercibida, y las palabras pronunciadas suenan más a una afirmación que a una pregunta.

—Si—Sueno más dura y fría de lo que pretendo y ni hasta yo misma me reconozco. Lo miro detalladamente, asegurándome una y otra vez que ese era mi padre.

—Hannah, de verdad lo lamento mucho, yo...

—¿Por qué no te vas con mi supuesta madre?—Espetó de repente, las palabras salen de mi boca sin ni siquiera pensarlo—. De seguro tienen mucho de que hablar.

—Hannah por favor—Suplica—. No te vayas, por favor, por favor no...

—Me tengo que ir, perderé el vuelo—Se que estoy siendo una completa zorra con él, pero no dejo de recordarme que estuvo del lado de la mujer que lo abandono por 17 años y no de la hija que lo apoyó cuando la necesito.

Agarré mi maleta y pase al lado de el rozando su hombro con los míos, lágrimas quemaron la parte posterior de mi garganta y un hueco se asentó en la boca de mi estómago, parpadeé varias veces y con un gesto rápido sequé algunas lágrimas escurridizas, mi vista recorrió todo el lugar, algo se rompió en mi al ver las miradas confundidas y dolidas de mis parientes y amigos. Mierda, no había pensado en ellos.

—¿Hannah?—Pregunta Peter, un primo mío. Peter es la clase de chicos que siempre atraen a todas la chicas plásticas, es universitario, capitán del equipo de football, cuerpo trabajado, ojos azules, pelo negro y hoyuelos. Sip, era mi primo aunque no parecíamos familia.

—Hola—Sonreí tímida—. ¿Qué está pasando?

—Eso mismo te preguntó yo—Miré a Joel y el estaba más que confundido.

—Me voy con Austin...

—¡¿QUE?!—Exclamaron todos al unísono.

—Gusano, ¿Que coño está pasando aquí? ¿Cómo que te vas?—Miré a Max y las lágrimas volvieron a mi en oleadas.