Capítulo 39 °Austin°°Hannah°

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—Silencio, señores, silencio—Ordenó Savannah, intentando ayudarme a mantener tranquila a la manada.

—Debemos mantenernos tranquilos si queremos recuperarla—Añadí yo, barriendo toda la multitud furiosa con la mirada.

Entiendo por completo su desesperación, yo también estoy igual de desesperado y furioso. Yo también quiero mover cielo y tierra por encontrarla, yo también quiero derrumbarlo todo a mi paso hasta dar con su paradero y arrancarle la cabeza al hijo de puta que se atrevió a tocarla.

Sin embargo, debía mantener la calma, no solo por que si no lo hacía todos se alterarían más y la situación empeoraría, sino por qué, de una u otra manera, hacerlo no traería a Hannah de vuelta. Debía encontrarla, no volverme loco en el intento.

—¡Silencio!

Sé que grité y lo hice con mi voz de Alfa, una voz que nunca he usado con ellos, sin embargo, debía hacerlo para que se quedarán callados y dejarán de gritar un montón de barbaridades y vulgaridades contra el raptor de mi Luna.

Savannah, también posó toda su atención en mi, y de pronto, enmudeció. Apretó los labios como si temiera que si hacía algún sonido iba a pagarla muy caro. Odiaba causar terror en los míos, lo odiaba profundamente, pero era la única manera de llamar su atención.

—Perder el control no nos hará recuperarla—Grité en dirección a la multitud de hombres y guardias sanos y fuertes, que había reunido hacía unos segundos en las afueras de la manada.

—¿Cómo se supone que lo haremos si no sabemos donde está?—Gritó un hombre a la distancia, haciendo que todos nos giráramos a verlo.

—¿Cómo se supone que pensaré en como recuperarla si tu lo único que haces es quejarte?—Espeté en su dirección, sin embargo, no sabía con exactitud que hombre lo había dicho.

—La única opción que tenemos por el momento—Habló Savannah, interrumpiendo el silencio largo y tirante que se apoderó del ambiente—. Es rastrear su olor, cualquier pista y no comentar nada a nadie, ni a las autoridades...

—¿Por qué?—La interrumpió un hombre gritando al fondo de la multitud.

—El captor puede que sea uno de los nuestros y si no lo es, la Luna si. No podemos arriesgar a que se sepa la verdad de nuestra especie. No queremos exponernos de ese modo hacía la sociedad.

—Pero es la única manera de encontrarla...—La miré con exasperación.

—No lo es—Me interrumpió ella, mirándome a los ojos, haciendo que por un momento me intimidará—Debe haber una pista, y por eso—Señala a la multitud, que observaba en silencio la pequeña discusión—. Es que requerimos su ayuda, hay que buscar por toda la ciudad.

—No podemos dejar desprotegida la manada—Espeté, apretando mis puños y mandíbula. Esto se volvía irritante.

—¿Qué sugieres entonces?—Savannah se cruzó de brazos, y me miró con atención, como si de verdad esperara que yo respondiera algo.

Apreté con fuerza mi mandíbula, ya que me dí cuenta de que Savannah tenía razón. Avisarle a la policía sería un caos, ya que sería exponer el caso y sacar exámenes y pruebas de ADN que serían completamente diferentes a lo normal. Significaría exponernos libre y descuidadamente a la sociedad y sería nuestra destrucción.

Abrí mi boca para contestar, aunque, sin embargo, no tenía pensado nada para hacerlo, pero mi teléfono me interrumpió. Cerré la boca de golpe y arrugué mi ceño con confusión, sin embargo, no perdí tiempo de sacar mi teléfono del bolsillo teléfono de mi pantalón y contestar sin ver el antes el identificador de llamadas.

Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora