Capítulo 30 °Austin°

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He estado en el hospital 3 semanas seguidas, sin dormir, comiendo a base de café y sándwiches, solo por ella.

Desde su caída no he podido conciliar el sueño e intento estar todo el día en la habitación junto a ella con la esperanza que despierte. He estado atormentado por todos mis demonios internos desde aquel accidente con Hannah, han pasado tantas cosas que siento que me voy a derrumbar en cualquier momento.

Debido a la caída, tuvieron que hacerle una cesaría de emergencia ya que el golpe había matado al bebé y necesitaban sacarlo antes de que la vida de Hannah corriera más riesgo del que ya corría.

Había perdido a mi bebé, pero no perdería a Hannah. Me había prometido a mi mismo no dejarla ir en ningún momento, si la perdía a ella lo perdía todo.

—Austin, debes ir a comer—Me ordenó Zara mirándome con preocupación, suspiro al ver que no me moví de al lado de Hannah—, yo estaré con ella, te avisaré si pasa algo.

La miré cauteloso, ella sabía muy bien que no me gustaba dejar a Hannah en ningún momento, pero también sabía que eso me hacía daño y que debía mantenerme fuerte para cualquier cosa.

No sé cuanto paso para que agarra mucha fuerza de voluntad y asintiera, me levanté de la silla al lado de la camilla de Hannah, me incliné y le di un delicado beso en sus fríos y pálidos labios.

Ver a Hannah así me partía el alma y el corazón. Su pelo usualmente brillante y sedoso, se había tornado opaco y sucio, sus mejillas naturalmente rojas ahora eran pálidas, sus enormes pestañas hipnotizantes que rozaban sus pómulos le daban un aspecto de una tierna, delicada e indefensa princesa, y sus labios siempre carnosos, rojos y besables, ahora era pequeños, fríos y tiesos, uno de sus pómulos estaba morado y tenía el labio inferior ligeramente partido ya que al caer se había golpeado el rostro.

Quería abrazarla con todas mis fuerzas y que despertará, quería que esto fuera una pesadilla y que pronto despertaría con mi dulce Hannah sana y salva.

Cayó en un estado de coma por varias hemorragias internas y la contusión en la cabeza debido al golpe, sin contar el intento de aborto mientras la llevaban al hospital. El doctor me había dicho que quizás no despierte ya que habían tratado tarde las hemorragias y eso podría ser un problema.

Pero no podía escucharlo.

Solo podía pensar que mi Hannah era fuerte, que lucharía para salir de está como siempre lo ha hecho, ella es una chica capaz de salir de esto sola y solo necesita tiempo, solo eso.

—Austin...—No me había dado cuenta de que me había detenido a observar a Hannah una vez más, pero simplemente no podía apartar la vista—. Estará bien, no se irá a ninguna parte.

Sus palabras hicieron que mi corazón se encogiera y un sentimiento extraño se arremolinara en mi pecho, habían muchas cosas que podían pasarle a Hannah mientras me iba. Y quería estar allí para cualquiera de ellas. 

Miré a Zara unos instantes, la examiné de arriba a abajo solo para durar unos segundos más junto a Hannah—: Me llamas apenas pase algo, ¿me oíste?

—¡Si, señor!—Alzó la voz e hizo un gesto con la mano como una militar. Sin embargo, el gesto no me causo gracia.

Me límite a besar la frente de Hannah de nuevo, presionando mis labios temblorosos sobre su piel fría. Caminé a paso pesado hacía la puerta, me giré para poder verla antes de desaparecer por el umbral.


~~*~~


Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora