Un ruido sordo interrumpió nuestro sueño, abrí los ojos a medida que pasaban los segundos, ya que los golpes eran más fuertes y repetitivos. El pesar no tardo en llegar y recorrí toda la habitación con la mirada. Me senté de golpe en la cama al darme cuenta que estaba sola, mi corazón golpeo contra mi pecho cuando un golpe sordo me preocupe al instante. ¿Dónde estaba Austin?, ¿Qué demonios eran esos golpes?
Me apresuré a levantarme, mi corazón golpeaba con tanta fuerza contra mis costillas que temí que se saliera de mi pecho, mi respiración se hizo más pesada a medida que avanzaba lentamente a la ventana. Mis manos empezaron a temblar y mi boca estaba completamente seca.
Me asomé con cuidado, como si tuviera miedo de lo que pudiese ver.
Sentí como mi corazón se detenía, y el pánico se arraigo en mi sistema, la desesperación e incertidumbre se arremolinaron en mi pecho, y ahogue un grito chilloso, me apresuré a bajar las escaleras y salir de la casa, no me molesté en ponerme algo más decente antes de salir, solo quería parar lo que estaba pasando.
Austin y Louis, mirándose como si pudiesen acabar con el otro con la mirada, Louis tenía un ojo amoratado e hinchado, y la comisura del labio rota y a eso agregarle que toda su cara estaba roja e hinchada. Austin por su parte, tenía un pómulo hinchado y amoratado, su barbilla sangrada y su mejilla derecha completamente roja.
Me apresuré a acercarme a Austin y agarrar su barbilla para obligarlo a mirarme, su mirada recorrió todo mi cuerpo y por un momento pareció aturdido, hasta reconocerme, envolvió mi cintura con sus brazos acercándome a él en un abrazo posesivo.
—¿Qué esta pasando?—Mi voz sonó tímida y asustada.
Austin y Louis compartieron miradas, como si pudieran comunicarse a través de ellas—: Luchamos por...—Empezó Louis, apretando la mandíbula—, la Luna de la manada Dark Moon.
Sentí todo mi pecho contraerse ante esa declaración, la Luna de la manada Dark Moon... Yo soy la Luna de la Manada Dark Moon... ¡Dioses! ¿Están peleando por mi?
—N-No entiendo...
—Que esté imbécil, quiere reclamarte como suya—Espetó Austin, apretándome con más fuerza contra él—, pero tu ya eres mía...
—No por mucho—Lo interrumpió Louis.
Austin me empujo lejos de el y los aldeanos no tardaron en rodear a Austin y Louis, mi corazón latía a mil por hora, quise correr a detenerlos, pero los guardias me lo impidieron con la excusa de que era peligroso pero podía escuchar como apostaban por ver quién se ganaría mi mano. No, no, no y no, no podía perder a Austin... No quería irme con Louis.
En un parpadeo ya no eran chicos los que peleaban, ahora eran lobos. Un lobo gigante tan negro como una noche sin luna y estrellas y con los ojos tan rojos, como si estuviesen hechos de sangre era el que ocupaba el lugar de Austin, y un lobo más pequeño que su oponente con el pelo castaño oscuro y hermosos ojos grises era el que ocupaba el lugar de Louis.
Los dos lobos se analizaron rodeando el reducido espacio, limitado por los curioso espectadores que querían una buena vista de la pelea, forcejeé contra el guardia que me sostenía pero el no cedió, quise echarme a llorar... Pero quería ser fuerte, quería demostrar que era fuerte.
El lobo negro se abalanzo sobre el castaño, el golpe sordo de sus cuerpo chocando en el aire, hicieron que las lágrimas quemaran la parte posterior de mi garganta, haciendo más insoportable contenerlas. El castaño le mordió el lomo a su oponente y el negro soltó un aullido de dolor que hizo que mi corazón se encogiera.
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Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓
WerewolfEl destino los ha unido, fingiendo inocencia. El dolor lo ha atrapado, fingiendo demencia. El presente los ha torturado, fingiendo consciencia. La realidad los ha separado, fingiendo clemencia. Dos seres que deben estar separados, luchan con todo...