Había tenido un miedo profundo a como reaccionaría mi familia ante la noticia de mi relación con Austin, aunque muy obvio era no era un relación normal.
Siempre imaginé desde que Austin me dijo lo que era, viviría lejos de la civilización secuestrada por el y su manada para satisfacer cualquier necesidad mórbida o morbosa. Pensé mal. Mi vida dio un giro inesperado pero de la buena manera, de ningún modo me vi sumergida en un mar de personas con habilidades sorprendentes, simplemente me vi sumergida en un mar que tenía nombre y apellido, y que era totalmente mío.
Definitivamente Austin era el cambio que necesitaba en mi vida, siempre tan aburrida y vacía. Nunca hice algo en mi vida de lo que estuviera orgullosa, o algo que hiciera a los demás enorgullecerse de verdad de quién soy, no de lo que hago. Austin me vio cuando era invisible y todavía no se como supo que era la indicada, lo que si sé es que ahora tengo la necesidad de siempre estar con él... En cualquier momento de mi vida.
—Hann—La voz de mi padre me sacó de mis cavilaciones—. ¿Me estás escuchando?
—¿Eh?—Pregunté, todavía distraída.
Mi padre me dedicó una mirada reprochadora y yo suspiré agotada. Charlie ahora solo charlaba y charlaba y nunca cesaba, y ahora debía prestarle atención. -Bien papá...-Pensé.
—Hannah—Me reprochó él, suspiró—. Lo que intentaba decirte, es que Aiden te invitó a una fiesta, digamos que es una fiesta de "bienvenida"—Dijo "Bienvenida" con sarcasmo y no pude evitar sonreír.
Charlie, no era el sujeto serio y malhumorado que todo el mundo odia y teme y que sobre-protege a su hija por sobre todas las cosas, el era el tipo de padre, amable, cariñoso y divertido que protege a su hija cuando es necesario y confía plenamente en ella... En algunas ocasiones, claro.
—Espera, ¿Aiden organizando una fiesta en la que me está invitando?—Exclame fingiendo sorpresa, y lo único que recibí fue una mirada de reproché de mi padre, suspiré rendida—. Bien, iré—Mascullé por lo bajo. Mi padre sonrió complacido, pero la pregunta vino a mi y no pude evitar no preguntarla—. ¿Austin puede venir conmigo?
Su sonrisa desapareció y su mirada se convirtió en una indecisa e insegura. No lo culpo. Todavía no conocía bien a Austin y como todo padre se preocupa por su hija—Si.
Sonreí, me acerqué a él y le dí un beso en la frente. Subí las escaleras para empezar a desempacar mis cosas y cuando abrí la puerta, me encontré con Austin sentado en un pequeño sofá viendo televisión.
Mi cuarto era el más espacioso de todos, por ello cabían un sofa individual y un pequeño televisor para pasar el rato, un escritorio y una librería, sin mencionar la cama doble, en fin, mi cuarto lo tenía casi todo.
Me acerqué a Austin y me senté en su regazo, haciendo que su atención se volcará en mi, una sonrisa se asomó en sus labios unos segundos después—: Hola preciosa.
—Hola guapo—Dije con una sonrisa amplia, deposité un delicado beso en sus labios—. Austin, ¿Quieres ir a una fiesta conmigo y unos amigos?—Pregunté sin rodeos.
—¿Que?—Él pareció confundido y luego pareció entender—. ¿Que clase de amigos?
—Unos viejos amigos. La fiesta se supone es de "bienvenida" pero igual quiero ir contigo, no te quiero dejar solo con mi padre rondando, es muy peligroso para ti—Me burlé.
—Jaja, muy graciosa—Dijo con sarcasmo pero con una sonrisa divertida.
—Entonces, ¿Vas a ir?—Hice puchero y su sonrisa se hizo más amplia.
ESTÁS LEYENDO
Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓
Kurt AdamEl destino los ha unido, fingiendo inocencia. El dolor lo ha atrapado, fingiendo demencia. El presente los ha torturado, fingiendo consciencia. La realidad los ha separado, fingiendo clemencia. Dos seres que deben estar separados, luchan con todo...