Mi pulso latía detrás de mis orejas en el momento en que nos acercamos. Sé lo que me espera, y no es nada lindo.
No estaba lista para esto. No estaba lista para esto con él ni con nadie. No estaba preparada para tener hijos, ni siquiera estaba preparada para dar un examen.
El latir desembocado de mi corazón y mi respiración agitada no servían para calmar mi nervios, lo único que me mantenía en la realidad en esté momento; Era el chico a mi lado.
Ese que está apretándome contra el como consuelo, ese que deposita delicados besos en mi cabeza, ese que traza círculos con los pulgares con delicadeza sobre mi mejilla, ese de olor embriagador, ese de voz ronca y severa cuando se enoja, ese de voz dulce y tierna cuando sonríe, ese de voz débil y temblorosa cuando se altera.
Ese que con tan solo su presencia logra calmarme, que con tan solo una caricia logra hipnotizarme, ese con el que pasaré toda mi vida.
No habíamos cruzado palabra desde que nos subimos al auto, y para ser sincera esté no era un taxi, solo era un auto común, pero no me atrevía a pronunciar nada.
Los recuerdos de la conversación con mis padres no dejaban de bombardearme, la mirada suplicante de mi padre y la súplica notable en el tono de mi madre hacían que mi corazón doliera más veces de las que me gustaría admitir.
Sé que no se merecen esto. Sé que no se merecen mi dolor. Sé que lo arruinaron todo para mi y para la familia.
Pero son mis padres, sin ellos no estaría aquí. Y como mínimo debía escucharlos, pero la parte más difícil, fue perdonarlos.
Estuve cuestionando mucho mi decisión desde que nos subimos al auto, pero era lo mejor que podía hacer, era lo mejor que podía hacerles. Estuve considerando también llamar a Ryan para decirle la situación, pero Austin no me dejo sacar el teléfono en ningún momento, me advirtió que era peligroso y cuando le pregunte por qué, se quedó callado, dejándome con la palabra en la boca.
No sabía por que Austin estaba tan tenso, me preocupaba mucho que fuera por mi, o por esa chica con la que lo vi charlar en la entrada del edificio. No dejo de preguntarme y dudar si de verdad Johannah es la hermana de Austin, pero no soy nadie para juzgarlo.
—Luna mía, dime que estás pensando—La murmurante voz de Austin me sacó de mis cavilaciones, y alcé la vista para mirarlo.
—En nada—Mentí.
—¿Por qué no quieres decirme?—Hubo reproche en su voz y trague duro.
—¿Qué no te lo dije ya?—Mentí de nuevo—. Solo miraba el paisaje.
—Llevo todo el rato mirándote, no lo notaste por que no estabas en este mundo—Me gruñó—. ¿Por qué no quieres decirme?
—¿Por qué no me dices en realidad de quién huimos?
Sentí como se tensó, y sus brazos alrededor de mi cuerpo-hombros, cintura-me apretaron más contra él en un gesto posesivo y protector, dejándome sin aire por unos momentos—: ¿Podrías dejar de responderme con preguntas?
—¿Podrías dejar de hacerme preguntas?—Contraataque.
—¿Por qué estás a la defensiva?
—¿Por qué haces tantas preguntas, detective Kendler?—Bromeé.
Una risita se escapó de sus labios, y acomodo su barbilla en mi cabeza y suspiró. Nos quedamos así por unos momentos hasta que pregunte—: ¿Cuánto falta para llegar?
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Tu... Mi fuerte Alfa | Terminada✓ | En edición✓
Hombres LoboEl destino los ha unido, fingiendo inocencia. El dolor lo ha atrapado, fingiendo demencia. El presente los ha torturado, fingiendo consciencia. La realidad los ha separado, fingiendo clemencia. Dos seres que deben estar separados, luchan con todo...