Capítulo 21

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"En la vida siempre llegas a un punto muerto en donde el "qué haré" se torna todo un desafío. El amor lo han malinterpretado, no es para cobardes... Ama aquel que es valiente."

Clarión.


La ansiedad está acabando conmigo, fui un completo ingenuo al pensar en que Emma me daría más tiempo. Rio sonoramente, es un ruido sin gracia. Froto mi cara con rudeza. Lo que siento ahora mismo acabara conmigo, con la poca cordura que me queda. Debí quedarme tranquilo, no debí besarla y jodidamente no debí tocarla, todo se fue abajo cuando mis labios tocaron los suyos, solo pensé en besarla por largo rato y termine accediendo a lo que mi cuerpo deseaba. Este cuerpo tan sujeto a pasiones ha caído rendido ante ella, la única mujer de la creación a la que reacciona mi hombre natural y el etéreo.

Ella será mi perdición. Unos fuertes golpes resuenan en la puerta, frunzo mi ceño, los golpes se hacen más insistentes. Al abrirla veo a Jaén, este tiene su frente arrugada y sus manos en puños. Sé que acaba de ver a Emma.

-Te acostumbraste a ser un hombre de mierda, ¿eh? -lo miro confundido- Sabes muy bien de que estoy hablando -un suspiro irritado acompaña la mueca en mi cara.

-Dame un respiro, ahora no estoy para lidiar con eso -voy a darle la espalda cuando una fuerte mano me toma del hombro y me planta en el sitio, estoy asombrado, toma mi camiseta y su cara esta a centímetros de la mía.

-Me importa una mierda lo que hayas sido antes de ser un guerrero, ella es muy especial para mí. Así que pongo hoy de testigos a los cielos y a la tierra que si la vuelves a lastimar voy a romper tu idiota cara -me da un fuerte empujón y me balanceo, esta es una faceta de Jaén que jamás imagine que tendría. Las comisuras de mis labios se levantan.

-Vaya, vaya. El guardián tiene fuego en sus venas -digo con sorna. Él bufa y yo me rio.

-No me tiendes Clarión... Ella es importante para mí -retengo un suspiro.

-Lo sé -me retiro para que él pueda pasar, duda pero entra.

Es bueno tenerlo aquí, sino tengo compañía acabare por destrozar la maldita habitación y quiero creer que aun tengo dominio propio, cierro la puerta y me uno con él en la sala, su pregunta no se hace esperar.

-¿Qué paso? ¿Por qué ella salió en ese estado? -demanda enojado, lo miro con mi ceño fruncido.

-No voy a darte explicaciones... Pero tú sabes bien -lo señalo-, tú sabes bien como funciona nuestro mundo, ella y yo, no terminará bien -su semblante cambia, lastima sustituyendo la ira.

-No te envidio en estos momentos -las comisuras de mis labios se levanta.

-Eso es un hecho.

-¿Por qué se te incluyó en esto? -pregunta con interés.

-Si lo supiera no me hiciera la misma pregunta cada día que paso en este cuerpo -tomo una silla, la giro y me siento ahorcajadas sobre ella-. Es desesperante llevar tanto tiempo aquí, es algo que ella no entiende.

-Eres un idiota... Está enamorada de ti, no va entender eso; pero tiene cerebro y no va a estar rogándote -dice confiado.

Lo observo con atención; y se que no debería estar sorprendido por sus palabras, pero aunque ella no me lo dijo, yo lo sé, se que ella me ama y por ese simple hecho no debí tocarla, pero sentir mis manos en su cuerpo, tocarla de la manera en que lo hice, fue una tentación a la que sucumbí...

-Deja de pensar en esa mierda -la voz de Jaén me saca de manera abrupta.

-¿Qué diablos? -le increpo en tono duro.

-No puedo ver tus emociones -dice con una sonrisa de suficiencia-, pero he aprendo a leer rostros, el tuyo es todo un poema en estos momentos y sé que la sangre está abandonando tu cerebro.

-Jodete -le gruño, él ríe fuertemente.

-Si tanto la deseas, ¿Por qué no puedes hacer las cosas bien? ¿Por qué tienes que hacerlas tan complicadas?

-¿Complicadas? ¿Estás hablando en serio? -le increpó y me levanto- Las cosas siempre han sido complicadas y yo no tengo nada que ver. Pasas poco tiempo en ese cuerpo -le  señalo- no tienes idea lo frustrante que es, sí, no puedo negar que es excitante a su vez, sentir todo lo que ellos sienten es... indescriptible. Si piensas que es una mierda estar unas pocas horas en ese cuerpo, sentir todas esas emociones fluir y a veces no tener control, imagina llevar meses estancando aquí,  terminas haciendo locuras -él asiente.

Y se que ha entendido mi punto. Me tiro en el sofá, coloco mis codos en mis muslos y mis manos sujetan mi cabeza, esa ansiedad en mi pecho es más intensa.

- Hoy lo arruine... Lo arruine, yo debí tener más control, simplemente me deje llevar y luego lo arruine -termino en un susurro, estoy cansado de luchar con todas estas emociones, siento rabia, impotencia, tristeza y me siento como un maldito cobarde, sus palabras me golpearon de lleno, es algo que no soy, no es mi naturaleza etérea ser así, sentí ira con lo que ella dijo, pero tiene razón soy un cobarde con respecto a lo que siento. Una lagrima cae manchado mi pantalón, luego otra.

- Fui grosero con ella -admito en voz alta-, no me explique bien, la ira tomo el control y no medite en mis palabras -mi tono es bajo.

Sé que algo dentro de mí se ha roto, tomo una profunda respiración y llevo mis manos a mi rostro para quitar las lágrimas, no es débil llorar, estas dotado de ellas para darle un respiro a tu alma, pero nunca lo había hecho hasta ahora y me siento avergonzado. No hago contacto con Jaén, no quiero ver su expresión. Su mano va a mi hombro y aprieta ahí, un gesto silencioso de que me comprende.

-Todos fallamos y ella te ama.

-Justo lo que quería escuchar -increpo con sarcasmo.

-A veces es mejor enfrentarnos cara a cara y llamar a los cosas por su nombre. La pregunta es ¿qué vas hacer con ello? -lo enfrento, mi mirada desafiante.

-Has pensando en todo esto, ¿realmente lo has hecho? -él calla- Jaén, enamorarla significa que voy a darle una parte de mi que nunca voy a recuperar y cuando esto que siento sea más intenso yo no voy a dejarla ir... ¿qué pasa con su linaje? Yo no puedo hacer que Emma tenga descendencia y la maldición seguirá ahí, acechándola -hago una pausa porque pensar en esto es lo más duro-. Y si logramos tener un tiempo juntos... Cuando su hora llegue, ¿qué pasara? -él abre sus ojos con entendimiento.

-¡Por todos los cielos! -lleva sus manos a su cabello.

-Yo no puedo hacerme esto y no puedo hacerle esto a ella. Me dijo cobarde y en efecto lo soy, pero alejarla fue lo mejor -me mira y sé que no cree mis palabras, yo tampoco las creo.

-Entiendo tu punto, pero en algo estás equivocado... ya le has dado una parte a Emma que no vas a recuperar, pase lo que pase ya eso está hecho. Vivir una eternidad recordando lo que pudo ser será más duro, en cambio puedes vivir una eternidad recordando los momentos junto a ella, eso es mejor que la primera opción y con la maldición -duda- a veces vale la pena correr el riesgo -sus palabras peligrosas, con esto se levanta y se va.

Echo mi cabeza hacia atrás sobre el respaldo del sofá. Jaén es un cabrón, ha sembrado la duda en mí, me rio. Sabía que ella terminaría alejándose, no pensé que sería tan pronto. Debo elegir y debo hacerlo ya. Si voy a tomar la decisión de dejarla ir lo haré bien, saldré de su vida para siempre ahora que el daño es pequeño y si voy amarla lo haré excelente, cada segundo de su vida ella sabrá lo valiosa que es para mí... Solo tengo dos opciones.

El abrazo de un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora