Dark (Corrigiendo)

Capítulo 1

-¡Kat, baja o me iré sin ti¡.- Suspiro por sexta vez desde que me desperté haciendo que toda la pasta de diente salga de mi boca y me haga parecer un perro rabioso. Termino de cepillármelos, me lavo la boca y corro a la habitación para bajar la última maleta.

-Katy, en brazos.- Mi hermano pequeño me alza los brazos y me enseña la boca carente de dientes en una sonrisa.

-A la espalda pequeñín.- Me agacho para que mi hermano se pueda colgar como un koala y bajo la escalera con rapidez haciéndolo reír.

Salgo de la casa y me acerco al coche donde mi padre y mi tío Ramón intentan jugar al tetrix con las maletas.

-Esta es la última papá.- Mi padre me sonríe guiñándome uno de sus azules ojos.

Mi padre, Erick Stone, es un hombre alto y curpulento y muy atractivo a pesar de su edad y sus arrugas en las esquinas de sus ojos. Mi hermano y yo sacamos el mismo color de sus ojos y su cabellera rubia ceniza pero todo lo demás es de mi madre, la gente suele decir que somos una réplica exacta al modo ingles.

Mi madre era española, Sara Suarez. Ella murió cuando mi hermano apenas tenía meses de nacido en un accidente de tráfico, yo por ese entonces tenía trece años y sufrí su pérdida como la que más al igual que mi padre, pero poco a poco tuvimos que ir acostumbrándonos por mi hermano, él necesitaba de nosotros.

-Venga, al coche o perderemos el avión.- Hago caso a las exigencias de mi padre y me subo en el Land Rover de mi tío.

Siento a mi hermano en la silla y le coloco el cinturón mientras el juga con su muñeco en mi pelo.

-¿Listo para un nuevo pueblo y nuevos amigos Dani?- Mi hermano asiente sin hacerme demasiado caso. Supongo que para un niño de seis años es más importante su juguete que la preocupación por marcharse del único lugar que conoce.

Me coloco en mi asiento y me abrocho el cinturón justo cuando sube mi padre y mi tío en los asientos delanteros. Ramón me mira por el retrovisor y me guiña un ojo antes de arrancar. En cuando el coche se calienta un poco mi tío arranca y salimos disparados para el aeropuerto.

Adiós España y adiós a todo lo conocido.

Me paso todo el camino mirando por mi ventana pensando en como será mi vida en Londres y un miedo irracional se instala en mi. Suspiro y me obligo a eliminar esos pensamientos, me coloco los auriculares y comienzo a escuchar la lista musical sin hacer caso a la conversación que mantienen los hombres o a los monólogos que hace mi hermano con sus juguetes.

Sin darme cuenta ya habíamos llegado al aeropuerto, mi padre se da la vuelta en el asiento y me sonríe con cariño

-¿Me odias por obligarte a marcharnos?

-No te odio papá, solo me da miedo dejar todo esto.- Mi padre estira la mano y me coloca un mechón rebelde detrás de la oreja.

-Los cambios son buenos cariño, allí estaremos con mi familia y cuando te entre morriña podrás volver a hacer una visita a la familia de mamá, te lo prometo.- Intento sonreír a mi padre con sinceridad pero solo me sale una mueca, le acerco a él y le doy un beso en la meguilla.

-Está bien, ya tengo ganas de ver a la familia Stone.- Mi padre asiente y baja del coche para ayudar a mi tío a bajar todas las maletas.- Hey enano, hay que bajar, ¿caminas o haces el koala?

Sin responderme se desabrocha el cinturón y se agarra a mí como antes pero esta vez en mi pecho. Sonrío y le doy un beso en la cabeza.

Me bajo del coche y voy a la parte trasera para ayudar a los hombres, mi tío me pasa una mochila de Mickie Maus y yo se la coloco a mi hermano aun sin bajarlo, cojo mi bolso cuando mi padre me lo pasa y entro en el enorme recinto cuando Ramón insiste en que ellos pueden solos.