-Abre los ojos pequeña, soy yo, mírame.- Poco a poco me voy relajando y hago caso a las exigencias del chico de la flor de loto.
En cuanto abro por completo mis ojos Devon me devuelve la mirada con seriedad pero noto que esta tenso. Me abrazo mas a él y le susurro miles de agradecimientos.
-Ya esta preciosa, salgamos de aquí antes de que vuelva a por esos hijos de puta y los mate.- Devon me ayuda a levantarme y me apoyo en él. Salimos de aquel maldito callejón y caminamos hacia la calle de en frente. Él abre una camioneta gigantesca negra y me ayuda a subirme, da la vuelta y se sube él. No hablamos, tan solo arranca y comienza a conducir mientras yo me relajo por completo.
-¿Estás mejor?- Su voz sale en apenas un susurro pero lo suficientemente alto para que yo lo escuche.
-Si, gracias, te debo la vida Devon.- Le intento sonreír pero tan solo me sale una mueca. Él me mira y me devuelve la sonrisa.
-Me conformo con una explicación Kathe, pero eso será mañana. Ahora te llevaré a casa para que descances.- Asiento esta vez sonriendo de verdad. Vuelvo la vista hacia adelante y él sigue conduciendo.
A lo largo del camino siento su mirada sobre mi varias veces pero no se la devuelvo, en cambio espero a que él vuelva a mirar al frente para poder deleitarme con el espectáculo y recorrer cada centímetro de su rostro grabándolo en mi memoria.
¿Por qué será tan guapo?
Unos minutos después Devon aparca frente a su casa y bajamos, él me mira con su típica seriedad y yo sin esperar un segundo mas lo abrazo.
-Hey tranquila pequeña, ya estás en casa y no voy a dejar que nada malo te pase.- Lo miro a los ojos y asiento.- Pondré a Jake a vigilar tu ventana, es como un perro.
Río por su broma y él me mira divertido.
-Me gusta ese sonido.- Lo miro frunciendo el ceño y él se encoje de hombros colocándome un mechón de pelo tras la oreja.- Tu risa, creo que es mi sonido favorito en el mundo.
Lo miro con asombro y el color vuelve a mi cara. Él ríe haciendo que yo me sorprenda aun mas y cruce mis brazos bajo mi pecho.
-¿De qué te ríes Devon?- Él se encoje de hombros aun riendo mientras se toca el corazón como si se le fuera a salir.
-Eres como una niña pequeña cuando te sonrojas Kathe.
Lo miro con enfado y me doy la vuelta caminando hacia mi casa, cuando llego a la puerta miro hacia él que me mira desde su posición con una sonrisa enorme y le enseño el dedo antes de cerrar la puerta detrás de mi.
Me apoyo en esta y comienzo a reír yo también. Sé que lo ha hecho para hacerme enfadar y que olvide lo de esta noche.
Subo a mi habitación y hago el mismo procedimiento de siempre, miro por mi ventana y veo la luz encendida del salón de la casa de los chicos, frunzo el ceño pero no pienso mas en eso.
Camino hasta la habitación de mi padre y me acuesto junto a él. Mi padre me abraza aun mas haciéndome sentir protegida y me da un beso en la cabeza.
Poco a poco el sueño me va ganando y sucumbo a los brazos de Morfeo olvidándome de la horrible noche.
-Katherine cielo, despierta, Thomas esta abajo.- La voz de mi padre junto al nombre del idiota de mi primo me hace despertar por completo.
-Voy.- Me levanto de la cama y voy al baño, me lavo los dientes y me hago un moño bien hecho y bajo.
-Buenos días Katy.- Mi hermano me saluda mientras come un trozo de manzana y yo le sonrío.
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Dark (Corrigiendo)
ChickLitKatherine se marcha de España junto con su padre y su hermano huyendo del pasado que los atormenta. Londres los espera y con mucha fuerza. La primera noche mientra Kathe da una vuelta escucha unos golpes que hacen que su curiosidad le pase una mala...