Capítulo 29

4.8K 313 36
                                    

Me doy media vuelta con los pelos de punta, miro la mano que aun mantiene el agarre y frunzo el ceño.

¿Uñas pintadas de rosa?. Ian, te estás dejando hacer demasiadas cosas por tu hija.

Sigo el camino del brazo pero nada me cuadra y cuando por fin la veo pego un chillido.

-¿Deborah?- Mi prima me sonríe divertida y me abraza dejándome sin aire.

-Esa mismita. ¿Me echabas de menos?. He venido de sorpresa porque tengo una semana libre en el instituto y tu padre me ha traido. ¿No es genial?

-Dios, no sabes cuanto.- Le devuelvo el abrazo con cariño.

No me podía haber dado una sorpresa mejor.

-¡Katherine!- Miro hacia la puerta del local donde Ian me mira con el ceño fruncido y comienza a caminar hacia mi.

-Deborah, a la de tres vas a correr.- La morena aleja la cara de mi cuello mirándome con curiosidad pero no le doy tiempo a preguntar, tiro de ella con todas mis fuerzas obligandole a correr calle abajo.

-¡No has contado hasta tres Kathe!- Tiene razón, pero, ¿es lo que se suele decir no?- Y ¿Por qué corremos de ese guaperas?

-Ya te explicaré.- Hablo con dificultad pero no paro.

Por primera vez en la vida mi prima me hace caso y me sigue sin rechistar. Le agradezco mentalmente.

Cuando por fin llego al principio de mi barrio paro y miro hacia atrás. Suspiro cuando no veo a Ian y me permito apoyarme en mis rodillas y recuperar el aliento.

-Kathe... la próxima... corres tu sola, yo me quedo con el guapo violador.- Escudriño con la mirada a una muy asfixiada Deborah pero ella no me hace caso, está muy entretenida en recuperar el aliento.

-No era un violador, era un amigo.- Suspiro y comienzo a caminar seguida de ella.

-¿Y por qué huíamos de él?

-Porque tiene alguna relación rara con Devon y estoy segura que cualquier cosa que yo diga o haga él se la dirá.

Mi prima me mira con el ceño fruncido y decido que es hora de contarle todo.

La siguiente hora me la paso contándole con pelos y señales todo lo que ha pasado en el último mes y por su parte dramatizando sobre todo o obligándome a enseñarle fotos de cualquier chico del que hablo. Sigue siendo Deborah.

-Entonces el guapísimo tatuado fue tu novio y te hizo sexo salvaje.- La miro con enfado pero ella solo se encoje de hombros.

-Yo nunca he dicho que hayamos tenido sexo, y mucho menos salvaje.

-¡No hace falta!, solo hace falta ver tu carita de bien follada.- Suspiro y río.

Si no puedes con ella, únete.

-Bueno, total.. que te esconde algo y apareció el otro día para dejarte como a una rata.- La miro con enfado pero ella no me hace caso. ¿Para que tener enemigos si la tienes a ella?- Y luego se enfado con un chico loco que te mira mucho.- Coloca una mano bajo su barbilla pensativa y se queda quieta durante unos segundos para luego asentir como loca.- Tengo una hipótesis.

-A ver, ilumíname.- Hablo con desgana mientras entro en el jardín de mi casa.

-El tío buenorro número uno... Devon, es gigoló y y dejo embarazada a la jefa de las gogós y te tuvo que dejar porque se irá a Australia a criar a su renacuajo.- Miro a mi prima con la cara desencajada.

Ella ni se inmuta, sigue mirando al frente asintiendo como si lo que acabara de decir tuviera alguna posibilidad de ser cierto.

-Deborah, estás muy mal.- Ella comienza a reír a carcajadas.

Dark (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora