Capítulo 8

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-No sé de que me hablas Devon, ya es tarde así que... buenas noches.- Me doy la vuelta para entrar en mi casa pero él me agarra del brazo impidiéndomelo.

-Pues yo creo que si sabes muy bien de lo que hablo. Me miras como si me tuvieras miedo o ni si quiera me miras. ¿Se puede saber a qué se debe eso?- Me mira serio desde su altura y yo no hago más que tragar mientras miro hacia arriba para poder mirar a sus ojos.

-Solo son impresiones tuyas Devon.- Él me mira a los ojos como si intentara averiguar algo y yo solo me quedo ahí parada, sin poder hacer nada y con ganas de correr a salvar mi cobarde culo.

Segundos después bufa y me suelta del brazo, da dos pasos hacia atrás alejándose de mí y el oxigeno vuelve a mi cuerpo.

-Buenas noches Kathe.- Su voz es dura y ni siquiera me mira y eso me duele. Pero cobarde que soy entro en mi casa con rapidez sin ni siquiera despedirme.

Me apoyo contra la puerta y aspiro con fuerza intentando disipar el nudo de mi garganta. Llevo mi mano a la cabeza y me sobo un poco intentando relajarme.

Sé que aun sigue parado frente a la puerta, puedo escuchar su respiración.

Me quedo unos minutos más ahí parada hasta que escucho sus pasos marcharse y me obligo a subir a mi habitación. Me cambio de ropa y voy al baño a cepillarme los dientes y hacerme una coleta cómoda. Miro mi reflejo y suspiro mientras vuelvo a recordar sus palabras y lo que me trasmitían sus ojos.

-¿Por qué me es tan difícil alejarme de ti?- Cierro los ojos y salgo del baño. Miro el pasillo por unos segundos pero me decido a ir a la habitación de mi padre.

Miro a mi hermano envuelto en los brazos de mi padre y sonrío, me acuesto junto a ellos y pronto siento como mi padre también me envuelve a mí en sus cálidos brazos y me da un beso en la frente.

-Descansa cariño.- Su voz es ronca pero puedo notar el cariño que siempre tiene cuando habla a alguno de sus hijos.

Asiento obediente y cierro los ojos quedándome dormida.

Me despierto mientras siento la luz del sol es mi cara y me voy desperezando poco a poco, abro los ojos y sonrío mirando a mi alrededor. Por fin desde hace mucho tiempo me puedo despertar sin los gritos de mi hermano o los movimientos de mi padre.

Salgo de la cama y bajo a la cocina a desayunar. Mi padre levanta la vista del periódico y me sonríe cuando paso a su lado.

-Buenos días nena.

-Buenos días papá. ¿Y Dani?

-Tu tía Erika se lo llevo al parque con los niños, hoy se quedará a dormir en su casa, así tu puedes ir con Thomas tranquila y yo aprovecharé para salir con viejos amigos.- Asiento tranquila mientras me preparo un vaso de zumo.

Hoy tengo la salida con Thomas y la verdad no tengo muchas ganas pero no quiero quedar como una prima antipática. Al fin y al cavo es el hijo de Judit y por muy mala espina que me dé, mi primo.

Aprovecho toda la mañana para hablar con mi prima Deborah, me insiste que me que ocurre algo raro pero yo solo lo niego e intento cambiar de tema. Aun no le quiero contar nada sobre Devon, lo conozco de una semana y no quiero darle más vueltas a algo que quizás solo esté en mi cabeza.

También hablo con Natalia y Pedro, mis mejores amigos del instituto. Me cuentan un poco sobre los cotilleos que han ocurrido durante la semana y Natalia aprovecha para preséntame a otro de sus ligues. Al contrario que a mí a Natalia le es muy fácil hablar con chicos, además es una chica muy guapa y llama la atención desde el primer momento.

Dark (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora