Capítulo 15

5.4K 385 7
                                    


Cuando llego a la segunda planta me quedo mirando y camino a la única puerta que está cerrada. Suspiro y toco dos veces hasta escuchar un gruñido que sin ninguna duda proviene de Devon. Es tan agradable siempre.

Abro la puerta y miro hacia un Devon que me devuelve la mirada con rabia. Frunzo el ceño pero no le hago caso. Miro la habitación en su totalidad. Blanca, como un gran cascaron donde lo único que te hace parar la mirada son los muebles de color negro que hacen gran contraste.

No me sorprendo pero supongo que esperaba al menos una foto o incluso una figura.

Vuelvo la mirada a mi flor de loto que no ha apartado la mirada de mi, sigue teniendo el enfado en sus ojos y me digo a mi misma que seguramente ha tenido un mal día. Todos los tenemos ¿no?

Planto una sonrisa en mi cara intentando disipar su enfado.

-Jake me ha dicho que tú tienes mis fotos.- Él me mira fijamente pero no me responde, ni siquiera un asentimiento. Parece que esto va a ser más difícil de lo esperado.

Unos segundos después me hace una leve señal hacia el pequeño escritorio. Camino hasta este y frunzo el ceño al ver las fotos fuera del sobre blanco desparramadas como si alguien las hubiera tirado.

Las recojo y las miro fijamente. No tienen ningún daño, interiormente agradezco por eso.

Me doy la vuelta y miro a Devon que me escuadrilla con la mirada. Suspiro levemente y sonrío otra vez. Estoy muy dispuesta a que a él se le olvide lo que sea que lo haya puesto de mal humor.

-Parece que ya has visto las fotos.- Él se queda quieto durante unos segundos y luego asiente.-¿Te han gustado?

-No.- Su respuesta es seca y su tono de voz dura.

Frunzo el ceño y me agarro a los laterales del escritorio.

Devon se levanta como un rallo de luz y se acerca a mí a paso rápido hasta cernirse como una enorme montaña con muy mala leche.

Levanto la vista y lo miro a los ojos.

-¿Desde cuándo te gusta ir por ahí sacando fotos de mierda a tíos?- Abro los ojos sorprendida de tal modo que pienso que se me van a salir de la cavidad y se irán botando.

-¿Perdona?- Mi tono de voz es neutral pero mi pose se ha convertido en una masa de huesos estirados y músculos tensos.

-¿Quién coño es ese tío?- Señala a las fotos pero yo no aparto la mirada de mi flor de loto. Ahora mismo me encantaría arrancarle cada tatuaje de su cuerpo de una forma muy dolorosa.

Suspiro y cierro los ojos intentando no hacer nada de lo que me pueda arrepentir pero unos segundos después no me contengo más. Abro los ojos y miro al moreno que me devuelve la mirada llena de rabia.

-Primero.- Levanto un dedo hasta plántalo delante de su hermoso rostro. La chulería que según mi padre heredé de mi madre aflora por todo mi cuerpo y no estoy tentada a encerrarla.- Esas "mierda" de fotos son unos retratos de los que me siento muy orgullosa. Es mi trabajo y no le permito a nadie que lo insulte. Segundo.- Elevo otro dedo a la misma vez que él encarna una de sus cejas.- No sé qué coño te pasa pero yo no tengo la culpa de tu mal humor y no voy a permitirte que lo pagues conmigo. Y tercera.- Enseño un último dedo y lo convierto en uno solo que resulta ser el dedo corazón. Él eleva sus dos cejas y por un momento veo la diversión en su mirada pero yo no siento lo mismo.- Que te den. No entiendo porque te comportas hoy así conmigo y si lo que sientes celos no tienen ningún valor, no tienes excusa o razones para ponerte así, porque hasta donde yo sé no somos nada.

Dark (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora