Capítulo 23

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Cuando aparcamos frente a un pequeño restaurante de comida rápida los niños saltan del coche y corren hasta llegar a Bob Esponja que espera en la puerta para recibir a los clientes.

Miro a Ian divertida mientras él bufa derrotado.

Después de recoger a los niños en el colegio y presentarlos a Aina se le ocurrió venir al restaurante mas insano de todo Londres, Ian se negó pero esa idea no le duró demasiado, en cuanto la pequeña rubia que sabe cual es la debilidad de su padre puso morritos, al cowboy no le quedó de otra que aceptar a regañadientes. Mi hermano por supuesto se apuntó enseguida y en cuanto comienzo a hablar con la niña se hicieron amigos.

Durante el camino notaba como Ian miraba a los niños por el espejo y se le endurecía la mandíbula cuando jugaban cerca, yo por supuesto me reía de él y de sus celos de padre haciendo que me intentara asesinar con la mirada.

-No me puedo creer que haya vuelto a caer.- Se deja caer contra el respaldo frustrado haciéndome reír.

-Anda no es para tanto, dentro de unos años odiara este lugar por hacerla engordar algunas calorías.

Bajo del coche, lo rodeo y le abro la puesta a Ian para que salga con paso caído.

Creo que presentaré a mi padre y a Ian, son totalmente iguales en lo que negarse a los deseos de sus hijos se refiere.

Después de sacarle fotos a los niños con el hombre disfrazado de Bob Esponja entramos al restaurante, este huele a fritanga y a sudor. Arrugo la nariz con desaprobación pero ya no hay vuelta atrás, los pequeños mandan.

En cuanto pedimos la comida los niños corren a jugar y Ian y yo nos sentamos en la mesa mas cercana a las ventanas.

-Me alegro que hayas aceptado la invitación, Carter me robó a mi hermana.- Río y niego divertida.

-Esos dos están hechos el uno para el otro.

-Si supongo, pero no me atrae la idea de tener a algún hombre rodeando a mis chicas.

-Juli ya es mayor.- Él asiente.- Y a Aina podrás retenerla unos años más, será mejor que los disfrutes.

Ian abre los ojos con enfado y se jala del pelo haciéndome reír.

-En cuanto cumpla los quise la encerraré, yo seré su único hombre.

Mi risa aumenta cuando reconozco las mismas palabras de mi dulce padre. Supongo que son demasiado celosos pero mi progenitor se tuvo que hacer a la idea, aunque recuerdo que cuando conoció a Pedro, mi ex pareja no le hizo ninguna gracia y me encerró en casa durante una semana.

Me tuvo que soltar y para su suerte mi relación con él no duró mas de dos meses y no pasó a mayores que unos cuantos besos rebeldes. Mi primera vez fue con Sergio, mi mejor amigo y eso no se lo imagina nadie así que supongo que por eso mi moreno y flaco amigo sigue con la cabeza sobre los hombros.

-¿Y tus padres de que trabajan?

-Mi padre es dentista, uno de los mejores, está trabajando en una clínica muy prestigiosa.- Ian asiente con los ojos abiertos.- Y mi madre era comadrona, murió cuando Dani tení pocos meses. Ayudó a muchos bebes a nacer, mi padre suele bromear con que todos los partos en los que ella estuvo fueron bien excepto el mío.

-¿Por qué diría eso tu padre?

-Tenemos una pequeña broma sobre mi tranquilidad emocional y me deficit de atención, según él me dio un aire al nacer.

Ian se ríe a pulmón abierto contagiándome a mi también.

-¿Y tus padres?

- Mi madre siempre a sido ama de casa y mi padre creo la enorme finca que yo heredé.

Dark (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora