Sangrienta Tentación.

Capitulo. 22.

Giselle

__ Desde hoy viviremos con mi tío.

Un escalofrío recorrió mi espalda, aquellas palabras resuenan en mis oídos una y otra vez. ¿Vivir con su tío? Eso significa estar más cerca de Drake, es arriesgar mi vida, darle la oportunidad de ser arrastrada por ese horrible hombre. Cierro mis puños conteniendo el oxígeno en mis pulmones antes de reaccionar.

__ ¿Al menos te escuchas? –logro articular.

Él se sienta y baja la mirada como buscando una respuesta, como si la sola idea de hablar es errónea. Despacio llego a su lado y acaricio su melena rojiza.

__ Tengo miedo. –confieso aterrada.

Damián alza la vista y me observa con zozobra. Verle así me desquicia, pero temo más por ser alejada de su lado que cualquier cosa, no quiero sentir esta soledad de nuevo, ese vacío en mi pecho que consume mi alma sin descanso.

__ Mi dulce damita –susurra –si fuera por mí te alejará de esa casa, pero mi tío insiste. Él quiere que conozcas a su hijo corrijo que su hijo te conozca.

Sus palabras carecen de un sentido lógico para mí, lo miro confundida, al no entender lo que dice ¿Por qué ese hombre le gustaría conocerme? Sin decir nada me siento a su lado y sujeto su mano. No hay nada más aterrador que perder todo lo que siempre he deseado volver a estar a su lado después de tanto tiempo.

Sin mucho ánimo recojo mis cosas, ya no sé le puede hacer nada, si su tío necesita tenerlo cerca no hay pero que valga, llevo un rato en silencio guardando todas mis pertenencias, cuando de repente la puerta se abre.

__ Amiga escuche que te marchas. –dice en voz baja.

Me giro y le dedico una mirada desolada, ella me abraza fuerte sobando mi espalda con su mano.

__ Tranquila saber que puedes contar conmigo para lo que sea, así que quita esa mala cara, además no me contaste lo lindo y guapo que es tu nuevo amigo.

Noto algo de emoción en la voz de Verónica, ella al ver mi expresión desvía la mirada.

__ ¿Acaso te gusta Marcus? –su cara se torna roja ¡Jamás la vi así! – ¡No puede ser! ¡Te gusta!

Verónica camina hasta el otro extremo de la habitación y comienza a caminar de un lado a otro, esto no me gusta por su reacción algo más pasa.

__ Verónica ¿Sucede algo? –ella suspira.

__ La verdad –sin demora me da la cara –él y yo estamos... ya sabes –finaliza con una sonrisa tonta en el rostro.

Mi boca se abre lo más que se puede. Mi amiga del alma ¿Puede tener esas lindas expresiones? Eso es algo nuevo para mí, ella siempre fue tan fría al momento de tener una relación con algún chico.

__ ¿Estás segura de esto? –Verónica curva sus carnosos labios.

__ ¡Claro que sí! Más que nunca – se acerca y me hace mirarla – amiga de verdad me gusta ¿Me apoyarás?

Dejo salir un suspiro resignándome al hecho de verlo juntos ¡Marcus me va a escuchar!

__ Bien –suspiro –sólo porque eres tú.

Ella me dedica una sonrisa de oreja a oreja. No puedo negarlo que en fondo me siento feliz de que Verónica lo sea. Sin pensarlo paso mis manos por su cuello y la atraigo a mí.

Damián me ayuda a subir mis cosas al auto, me giro para despedirme de Marcus; Verónica se aferra a su brazo con fuerza, mientras él no deja de sonreír. Damián me sujeta del brazo y me hace volver a mirarle.