Capitulo. 19.

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Giselle

Miro mi cuello con determinación en busca del área afectada, pero sólo siento un ligero ardor; no veo nada rojo o alguna herida. –suspiro. –entro a la ducha, de repente recuerdos que no son míos se hacen presente.

__ Damián... quédate. –la voz de Alexandra es suave.

Puedo ver la expresión de Damián, al parecer él no esperaba tal petición, lleva su mano a la mejilla de Alexandra.

__ Sabes que no soy humano... ¿Puedes amar a alguien como yo?

Ella baja la mirada.

__ No me importa lo que seas... yo sólo quiero tenerte a mi lado siempre.

Un toque en la puerta me hace volver a la realidad; rápido tomo la toalla y la paso por mi cuerpo, al salir veo a la misma mujer de siempre; ella me dedica una sonrisa.

__ Señorita el joven Damián espera por usted en el comedor.

__ Gracias.

Reviso el armario lo primero que veo es mi uniforme. Dentro de tres días volveré a al colegio, eso me preocupa. Escojo un lindo pantalón negro y una camisa rosa de mangas cortas con estampado de flores.

El salón luce limpio como si nunca hubiese pasado nada anoche, una voz me distrae.

__ Giselle, buen día. –dice Marcus.

Él lleva una copa en la mano por lo espeso del líquido imagino que es sangre, Marcus se fija en lo atenta que esta mi vista en su copa.

__ Disculpa, espero no incomodarte. –baja la copa.

Lo observo por un segundo para luego mostrarle una sonrisa.

__ Nada de eso, es su casa. Yo sólo soy una invitada, además no me incomoda. –bajo la voz. –Damián bebe de mi directo.

Él suelta una carcajada.

__ Eso es porque él te ha escogido como su compañera, no todos corremos con esa suerte. –Marcus se acerca. –por lo que veo él te marcó, eso quiere decir que ningún otro vampiro puede tocarte o beber de tu sangre.

__ ¿Eh? –digo sorprendida con mi mano en mi cuello. – ¿Marcada? Pero yo no veo nada.

Él se vuelve a reír.

__ No necesita ser visible, con el aroma de su sangre sobre ti es más que suficiente. –de repente su semblante cambia. –cambiando de tema debemos cuidar de ti no sabemos cuándo Drake pueda aparecer.

Es cierto, Drake ese bastardo que manipuló mis emociones y recuerdos a su antojo. Cierro mis manos con fuerza, cada vez que lo recuerdo me dan ganas de golpearlo hasta la muerte.

__ Cierto. –indico despacio.

Camino hasta el comedor sin mirar alrededor me siento en la silla, tener la sola idea de ser separada de Damián me enferma, me deja inquieta. Todo esto parece un sueño, hace poco era sólo una simple estudiante destacada, la mejor. Vendida a un hombre rico sólo para proporcionarles a mis padres una vida cómoda; pero desde que conocí a Damián, ese día en que nos vimos por primera vez... todas esas sensaciones profundas que con el tiempo se fueron volviendo más duraderas y cómodas.

Me arrepiento de no a ver disfrutado todo el tiempo que se nos dio, ahora es como el pasado que nos unió una vez, ni eso lo puedo recordar claramente; de alguna manera envido a Alexandra, ella tuvo lo que yo en este instante deseo. Algo dentro de mí me dice que debo apreciar cada momento al lado de mi amado Damián.

Sangrienta Tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora