Capitulo. 25.

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Giselle

Me levanto despacio y veo que estoy sola sin demora me coloco el uniforme. Busco por toda la habitación y me fijo que estoy sola, al ver que no hay nadie más camino hasta mis cosas y las recojo de la mesa en ese momento algo cae al piso, la tomo y leo su contenido. Mis lágrimas corren al ir leyendo cada línea de esa carta.

"Lo siento Giselle, pero ya no puedo seguir con esto, así que decidí dejarte libre, puedes volar sin ataduras, ya no tienes que sentir dolor ni tristeza. Sé cómo una mariposa ansiosa de libertad. Siempre serás mi ángel, tan bella y pura.

De verdad lo siento mucho. Por favor perdóname.

Damián.

Escucho como mi pobre corazón se destroza, como el dolor envuelve todo mi cuerpo, mi alma. Sin tardanza el llanto aparece ¡Duele mucho! Arrastro mis pies por el largo pasillo, sintiéndome vacía y desolada.

__ ¡Giselle! –al levantar la mirada veo correr a Verónica en mi dirección, sus manos toman las mías –tus padres están en la dirección... vienen por ti.

Como un cascaron sin nada adentro me dirijo a la dirección, ya no me importa lo que pasé conmigo, lo único por lo que luchaba me acaba de abandonar, de sacarme de su vida sin remordimientos. Al entrar veo a mis padres con la misma expresión de siempre. Madre llega a mi lado y golpea mi rostro.

__ ¡Eso es por desaparecer sin decir nada! –dice furiosa.

Ya, no siento dolor es como si mi alma hubiese abandonado mi cuerpo, la directora se acerca con un dejo de preocupación.

__ ¡Señora Salvin!

Mi madre me sujeta del brazo y me arrastra a la salida, miro a mi padre; él sólo evita mirarme. al entrar al auto ellos no dicen nada, sólo un sepulcral silencio.

__ Ve a tu habitación. –inquiere mi padre.

Sin decir nada subo, entro a mi alcoba y me doy una ducha, al salir me coloco un short y una camiseta sin manga. Me recuesto en mi cama sólo para mirar ese techo que siempre observaba como buscando una respuesta a mis problemas, sin más que hacer decido bajar por algo de agua, de repente escucho a mis padres hablando, así que me detengo.

__ ¡Esa niña siempre dándonos dolores de cabeza! –dice exasperada mi madre.

__ Tal vez todo es nuestra culpa, nunca le dedicamos un tiempo a Giselle... verla tan decaída al vernos eso me hizo pensar que no hemos sido buenos padres, siento que he fallado, no pude ver emoción es sus ojos al vernos. –dice en voz queda.

Bien ahora me siento peor que nunca, mi padre sufre por mi causa, por ser insensible. Me asomo para verlos.

Mi madre lo abraza, es la primera vez que los veo tan emotivos.

__ Tienes razón, somos unos terribles padres, nunca elogiamos su esfuerzo en el colegio. Ella debe odiarnos.

¿Odiarlos! ¡Jamás! rápido bajo la escalera.

__ ¡Nunca los odiaría! –vocifero con lágrimas en los ojos. –haré todo para demostrárselos. Me casaré con Drake si es eso lo que desean.

Mi padre llega a mi lado y sin pronunciar palabras alguna me abraza.

__ Lo siento hija, no tienes que hacerlo si no quieres.

__ ¿En serio? –digo sorprendida.

Él asiente. Mamá lo imita y me abraza también. Me siento feliz, al saber que soy importante para ellos. Después de eso cenamos, pero esta vez fue una cena diferente, hubo palabras, risa, todo estaba lleno de vida.

Sangrienta Tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora