Arcángel

Miedo .8.

-Alejate de ella- escuche que dijo Nathan pero Sam siguió tocándome y seguía atrapada en sus ojos. Su cabeza se empezó a acercar y poco a poco sus labios se acercaban peligrosamente rápido a los míos.

- Cabron, ¿qué no escuchaste?- dijo Nathan mientras que quitaba su mano de mi rostro y se interponía entre él y yo. No sé si Nathan uso mucha fuerza o no pero Sam salió disparado contra la pared. Cuando Nathan separo a Sam se mi, recupere de nuevo toda la fuerza que había perdido y el control de mi propio cuerpo.

- Hey!- grito Jason al ver a su hermano disparado contra la pared. - Un trato es un trato- dijo Jason apretando los puños y acercando se a Nathan

- Me vale tu estúpido trato- le grito Nathan a Jason - No vuelvas a tocarla o enserio tendremos un problema- dijo hacia Sam.

- Ya lo tenemos- contesto él, se levanto tan rápido que  no vi cuando se acerco, tomo del cuello Nathan y lo arrojo contra el suelo. Daniel se acerco a ayudar a Nathan cuando de pronto Jason lo tomo y lo arrojo contra una pared, "Oh Dios que es lo que había hecho" pensé.  Abel (uno de los amigos de Nathan) empujo a Jason y se le fue en cima a golpes, Daniel igual hizo lo mismo cuando recupero la cordura. Estaba desesperada porque alguno de ellos ayudara a Nathan pero cuando me voltee a verlo, supe que él no necesitaba a nadie más. Nathan tenia contra el suelo a Sam y lo estaba golpeando repetidamente, Sam rápidamente quedo inconsciente pero Nathan no paraba de golpearlo. Lo iba a matar y no podía permitir que hiciera eso, tal vez era un maldito hijo de puta pero no podía dejar que lo matara. 

Me pare rápidamente y fui hasta donde estaba Nathan golpeando a Sam, Jesica me trato de detener pero yo tenia que hacer algo. - Nathan, detente- dije casi en un susurro, parecía que me había quedado afónica de tanto gritar pero yo no recordaba haber gritado.- Nathan, por favor- dije más fuerte. Pero él no escuchaba, jamas pensé que él pudiera tener tanta violencia dentro, sabia que no era una buena idea pero Sam ya se veía muy mal. No sé con que fuerza lo hice pero hice Nathan se girara y cayera sobre el suelo, lo que vi me sorprendió. Él no se parecía a el chico que yo conocía, sus ojos eran igual de obscuro que los de Sam hacia un rato, su mandíbula apretada y la mirada que me echaba no me hacia sentir segura como antes lo hacia, Nathan me daba miedo... por primera vez yo temía de lo que Nathan pudiera hacerme. 

- Mel!- escuche un susurro en mi cabeza -Melliza!- volví a escuchar un poco más fuerte y poco a poco la imagen de un chico que me aterrorizaba se fue diluyendo junto con todo lo demás. Desperté y lo que tenia enfrente no concordaba con lo que había soñado, estaba en la enfermería, reconocería ese techo en cualquier lugar... ya había estado varias veces ahí por accidentes previos pero esta vez no recordaba lo que había pasado. No sé como había llegado ahí y tampoco sabia si lo que había soñado en realidad haba pasado. Sentí que alguien me tocaba la espalda e involuntariamente me aleje de ese contacto, Nathan estaba junto a mi, tenia miedo y no se si para mi suerte o mi desgracia él era el único en aquella habitación. 

-¿Qué sucedió?- le pregunte a Nathan guardando una distancia bastante lejana a lo que me hubiera gustado antes pero en realidad no sabia si confiar en él o no.

- ¿No recuerdas nada?- me pregunto, trato de acercarse pero se quedo en su sitio al recordar  mi última reacción.

- Recuerdo cosas que no tienen ningún sentido, así que, creo que no- le conteste, Nathan no se veía mal y no me refiero a que se veía guapo, sino, a que no tenía ningún golpe reciente, ¿eso significaba que lo pelea no había pasado?

- Aveces las cosas con menos sentido son las verdaderas- me respondió Nathan.

- Mira me encanta tu lado filosófico y todo pero en realidad me gustaría saber lo que ha pasado- le dije, Nathan sonrío pero del mismo modo en que su sonrisa vino sin previo aviso, también, se desvaneció.