Cuenta Melliza
Toda la noche no pude dormir y no era porque me hubieran dicho que no durmiera, solo que cada vez que cerraba los ojos, la imagen del hombre muerto aparecía en mi cabeza. Además, no sabia que es lo que había pasado en realidad, ¿Estaría bien confiar en Sam? o ¿Debería alejarme de él?. Las preguntas sobre Nathan habían cesado, no había nada que cuestionare sobre él, era claro que yo solo era la chica que tenia que cuidar y con Miranda en el camino jamás seriamos nada... tal vez, aunque ella no estuviera, tampoco lo seriamos. No sabia lo que Nathan sentía por mi o si Nathan solo me protegía como parte de su trabajo.
Llego la mañana siguiente, me levante de la cama sin haber dormido nada, lo bueno era que era fin de semana. Como a las 10 am alguien toco el timbre, primero me puse nerviosa pensando que tal vez era Nathan pero como no sentí nada... sabia que no era él. Jesica entro por la puerta, se veía diferente esta mañana, ella parecía un rayo de sol y yo una tarde lluviosa.
- Tengo mil cosas que contarte- entro diciendo pero cuando se volteo y me vio - Auch! parece que un tren te atropello-
-Gracias, me haces sentir mejor- le sonreí sarcástica.
- ¿Qué te paso? ¿Qué te hizo Sam?- me pregunto
- Larga historia, mejor cuéntame tú ¿Cómo estuvo Daniel?- le pregunte tratando de dejar mis problemas atrás e interesarme en mi amiga.
- Bueno pero este tema no se queda así- me advirtió, de un momento a otro se le ilumino el rostro- Daniel es perfecto, en toda la definición de la palabra- Chillo Jesica, vaya mi amiga tenia un alto nivel de voz y yo un grave dolor de cabeza. Veía como la boca de Jesica no paraba de hablar pero no podía hilar casi nada de lo que decía, atrapaba algunos fragmentos como " Daniel es lo mejor" " Daniel quiere salir de nuevo" " Daniel dijo que Nathan se preocupa por ti" y justo en ese momento mi cerebro puso atención. Si... yo era una terrible amiga.
- ¿Qué?- le pregunte
- Daniel me dijo que estaba preocupado por la reacción que Nathan podía tomar al ver que te habías ido con Sam. Dijo que Nathan siempre ha tenido algo contigo pero jamás lo ha admitido- dijo Jesica con tono emocionado.
- No puedo creerlo - le dije incrédula... Tal vez Daniel se refería a lo de que es mi ángel porque Nathan tiene novia y como ya lo ha dicho esta muy bien con ella.
-Pues eso dijo- sentencio Jesica.
Quisiera no saber nada sobre que Nathan era mi ángel para así poder ilusionarme como Jesica lo estaba por mi... No, en realidad estoy mejor así, lo único que causaban esas ilusiones eran un gran daño a mi persona y una tarde comiendo helado.
Paso el fin de semana...
Caminaba por los pasillos del instituto para llegar a mi salón cuando de pronto un cosquilleo apareció en mi nuca, Nathan estaba cerca, lo podía sentir. Acelere el paso para no tomarme con él pero todo salió mal porque cuando doble hacia la derecha me impacte con él.
- Lo siento- murmure y seguí caminando como si no lo hubiera visto. Escuche que alguien corroa atrás de mi y desee que mi salón estuviera más cerca.
- Hey! Melliza- me llamo Nathan para que me detuviera pero hice lo opuesto y camine más rápido, pero todo fue en vano porque Nathan logro alcanzarme y se planto delante de mi.
- Se te cayo esto- dijo mientras me tendía una libreta.
- Gracias- dije tomándola, por un momento la punta de mis dedos conecto son su mano y sentí los mismo cosquilleos que cuando Nathan me tocaba.
- Todavía no me acostumbro a eso- murmuro pero creo que era más para él que para decirlo en realidad.
- ¿Cómo esta tu cabeza?- pregunto y entonces cometí el grave error de mirarlo a los ojos, me sentía atontada, me sentía atrapada y aparecía esa sensación de estar segura.
- ¿Lo preguntas por qué te importa o por qué es tu trabajo?- no pretendía ser grosera pero estaba cansada de que siempre que parecía que le importaba solo estaba haciendo su maldito trabajo.
- Me importas Mel ¿Cuántas veces debo decírtelo?- me respondió cansado, me sentí culpable y tal vez igual de agotada que él. Evitar discutir seria lo mejor para los dos pero todo se volvió aun más complicado cuando su estúpida novia apareció.
- Cariño- le llamo, pero él no se movió de su lugar, seguía esperando que le contestara. Miranda se molesto y se acerco - ¿Por qué no me haces caso?- dijo parándose enfrente de él y dándome la espalda a mi.
- Estoy ocupado- le contesto molesto Nathan. - ¿Te puedes mover?, estoy hablando con ella- le pidió
- ¿Es más importante hablar con la mosquita muerta que conmigo?- le pregunto petulante.
No quise estar más tiempo ahí, Miranda era un asco de persona pero estaba cansada de lidiar con personas así, por lo menos no podía hacerlo hoy. Camine e ignore como Nathan me gritaba que regresara, sentí como las lagrimas se amontonaban en mis ojos y amenazaban con salir... Hoy yo no podía hacer esto, hoy solo estaba demasiado cansada de todo.
Cuenta Sam
Desde que había llegado al instituto lo único que había hecho y lo único que iba a hacer era buscar a Melliza. Me tope a Nathan y a su novia peleando, me pareció interesante pero necesitaba buscarla antes de que Nathan me ganara.
No sé a quien engaño, necesitaba verla, quería saber como estaba y Nathan no tenia importancia ahora. Pase por la habitación del conserje y escuche que alguien lloraba, me detuve porque yo mil veces había escuchado ese sonido, ese sonido que antes me causaba felicidad, ahora parecía que me molestaba y solo quería hacer que parara. Antes de abrir la puerta yo ya sabia a quien me iba a encontrar...
Cuenta Nathan
Antes de poder mandar a volar a Miranda, Melliza se alejo. Miranda era un chica muy complicada pero en el fondo era una buena chica, pero debo decir que había veces que me colmaba la paciencia, como ahora.
- ¡Melliza, por favor para!- le grite a Mel pero ella no me escuchaba o no quería escucharme. Iba a correr detrás de ella pero las manos de mi novia me detuvieron de ir tras ella.
- Disculpa pero ¿estabas apunto de dejarme hablando sola para ir detrás de ella?- pregunto molesta
- Ahora no, Miranda- le conteste molesto y aparte sus manos de mi brazo, pero antes de poder salir disparado detrás de ella, a Miranda se le ocurrió que era buena idea causar un show a medio pasillo.
- Ahora si, Nathan- dijo jalándome de la ropa para que me volteara, Dios, esta chica me exaspera demasiado - ¿Quién te crees que eres?, Mejor dicho... ¿ Sabes la suerte que tienes de tenerme como tu novia? ¿Sabes cuantos de aquí quisieran tenerla la misma suerte que tu?- me grito causando que todos se voltearan a vernos.
- Miranda, baja la voz y vete con tus amigas a donde se les de la maldita gana... hablamos de esto más tarde- le conteste tratando de llevar la fiesta en paz pero con Miranda eso parecía imposible.
- A mi no me dices que hacer, Nathan. Tu eres mi novio y yo te digo a ti que hacer, me perteneces y no dejara que cualquier gata...- en ese momento toda mi calma se fue a la mierda. Una cosa es que hiciera un berrinche a media escuela y la otra es que insultara a Melliza.
- Sabes que Miranda, vete al carajo! Tú solo eres una maldita niña berrinchuda e insegura, estoy harto de que creas que soy un perro y que yo te voy a seguir a todas partes.- le conteste molesto, Miranda se quedo atónita, claro yo jamás le contestaba pero ya era hora que supiera que yo era un ser humano... maso o menos. Me fui alejando para evitar que las cosas se pusieran peor pero olvide que Miranda tiene una gran boca.
- Si te vas de aquí, terminamos Nathan- me grito, me quede parado pensando pero en realidad no había nada que pensar, seguí caminando en busca de Melliza.
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Arcángel
Teen FictionYo la protejo desde que tengo memoria, mi trabajo era cuidar de ella desde el momento en que nació pero mis sentimientos sobre pasaron mi trabajo porque estar con ella ya no era un trabajo. Estoy harto de ser solo un ángel para ella, de que ella no...