No pude ser .29.

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Cuenta Melliza

Estaba acostada tratando de conciliar el sueño cuando de pronto mi celular sonó..

Hola- dije medio soñolienta

- ¡Mel!- me grito Jesica desde el otro lado del auricular 

- ¿Qué quieres?- pregunte

- ¿Podrías venir a recogerme?- 

- ¿Recorgerte?- mire el teléfono para ver que hora era - ¿Qué haces afuera a las 2 de la mañana?-

- ¡Salí con Daniel!- me grito emocionada - Bueno... algo así, tenia mucha hambre y sabes que yo no puedo dormir si mi estomago esta rugiendo. Tuve un antojo brutal de unos tacos, así que tome mi coche y vine hasta Gran Taco para comprarlos, baje y me tope con Daniel! Una cosa llevo a la otra y nos quedamos platicando hasta que nos dimos cuenta de la hora, nos despedimos pero cuando llegue a mi auto...- se escucho un suspiro - Me robaron las llantas, Melliza-

- ¿Por qué no le hablas a tu mamá?- le pregunte

- ¿Bromeas, verdad? !Sabes lo que me haría si descubre que estoy afuera a esta hora¡- 

- ¿ Y Daniel ya se fue?- le pregunte como ultima esperanza de que no tuviera que levantarme de mi cama 

- Ya- otro suspiro

- Bien, ya voy- gemí entre cansada y molesta 

- ¡Gracias!- contesto - mientras yo iré por mas tacos, esperar me da hambre-

FIN DE LA LLAMADA...

Me levante cansada y sin ganas de cambiarme, llevaba unos mini shorts azul cielo y una blusa de tirantes... últimamente había estado haciendo mucho calor, me puse una sudadero de mi hermano que encontré a mi paso y salí a la obscura noche. 15 minutos después me encontraba fuera del restaurante, llame y llame a Jesica pero no contestaba... espere unos minutos para ver si a Jesica se le ocurría asomarse para ver si ya había llegado pero esta no paso, así que me baje del auto deseando que no me viera nadie. Pase junto al auto de Jesica y observe que efectivamente le habían quitado las llantas, pero que mala suerte tenia mi amiga. Seguí caminando por el estacionamiento cuando de pronto reconocí un auto, un hermoso y reluciente Camaro negro del año estaba parado enfrente de la puerta del restaurante, era el coche de Sam... Desee con todas mis fuerzas que otra persona fuera el dueño de ese auto. De todos modos, di media vuelta y empece a caminar hacia mi auto, podía seguir intentando que Jesica me contestara el teléfono desde la comodidad de mi seguro coche.

- ¿Melliza?- me llamaron, ¡Diablos! me había visto. Me voltee despacio para comprobar que Sam era quien me estaba llamando, estaba hay parado junto a su coche con una bolsa de plástico en la mano... ¿Qué le pasaba a todos que esta noche, justo esta noche tenían que comer tacos?

- Sam- exclame un poco mas agudo de lo normal por lo nerviosa que estaba.

- Lindo atuendo- dijo mientras me guiñaba el ojo - ¿Qué haces aquí?- pregunto

- Antojo de madrugada- le conteste 

- ¿y por qué no llevas una bolsa de tacos en la mano?- me pregunto divertido 

- Esta bien, recojo a una amiga- dije vencida

- Déjame adivinar...- dijo mientras se recargaba en su automóvil - ¿Jesica?-

- ¿Cómo sabes?- le pregunte inquieta 

- La vi hace rato- contesto 

- ¿Sabes dónde está?- le pregunte

ArcángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora