Verdad o mentira .18.

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Cuenta Melliza:

Nathan estaba parado frente a mi, veía como las venas de su cabeza estaban a punto de estallar. Seguramente le cause un dolor de cabeza terrible... pues que bueno. 

- No estoy jugando Mel- me respondió con la poca paciencia que le quedaba.

- Yo no juego Nathan- le respondí mientras me pegaba más al cuerpo de Sam. Los ojos de Nathan cambiaron a un verde muy brillante, parecía que había logrado que se enojara.

-Tranquilo- le susurro Daniel a Nathan, al parecer no era la única que lo había notado.

-Bien- respondió él con la mandíbula apretada, de un momento a otro empezó a caminar lejos de nosotros y Daniel se quedo ahí parado viendo como se alejaba.

-¿Segura de lo que haces?- Daniel me pregunto y la verdad es que no estaba muy segura a que se refería.

- Si- le respondí. Daniel solo asintió y cuando estaba apunto de retirarse, se volteo y miro a Jesica

- ¿Quieres ir conmigo por un helado o algo?- le pregunto, conocía a mi amiga lo suficiente como para saber cual seria su respuesta. Jesica se fue con Daniel no sin antes preguntar me si no me importaba que me quedara sola, el chico de sus sueños la invitaba a salir y aun así, se preocupa por mi. Eso si que es ser muy buena amiga. Le agradecí en silencio a Daniel que se la hubiera llevado y que no se hubiera tenido que quedar con estos dos imbéciles. 

- Que dramático es tu amigo- comento Evan.

- Nathan no es mi amigo- respondí.

- Pues que bueno porque esta claro que él no quiere ser solo eso- le dijo Jason a Evan mientras se reían lo dos al unísono. "Si eso fuera cierto, no tendría porque estar haciendo esto" pensé. 

- Bueno, ¿vamos?- me pregunto Sam, en ese momento me percate de lo cerca que lo tenia y me separe un poco. 

-Claro- le respondí mientras empezaba a caminar. 

- Adiós, enamorados!- cuando sus amigos gritaron eso, mis mejillas se tiñeron de un color rojizo. Yo solo pude escuchar la risa avergonzada de Sam a lo lejos, ya que estaba muy ocupada pensando en lo que acababa de hacer. ¿Qué es lo que había echo? ¿Por lo menos causaría alguna reacción en Nathan?

- ¿Ya te estas arrepintiendo?... Vaya, pensé que lograríamos llegar al primer juego antes de que pasara eso- comento él. 

- No ¿Por qué piensas eso?- le pregunte mientras trataba de ocultar lo mejor posible la verdad.

- No me puedes mentir Melliza, no se le miente a quien invento las mentiras- dijo Sam mientras se reía. - Además, te conozco mejor de lo que crees- 

-Claro...- le di el avión mientras seguía caminando a la atracción más cercana. 

- Prueba me- me dijo- me refiero a las mentiras, no a probarme en verdad... claro que yo no tendría problema si tú quieres hacerlo- dijo, una risa salió de lo más profundo de mi ser. Sam era un imbécil pero al parecer, me estaba acostumbrando a ello.

- Vaya, la chica tiene sentido del humor- exclamo Sam, me detuve y lo voltee a ver.

- No creo que me conozcas tan bien como para saber cuando miento- le respondí 

- Ya te dije, prueba me- me contesto con su actitud prepotente. - Estoy tan seguro de mi don que te apuesto lo que quieras- me reto.

- ¿y si pierdo?- le pregunte, no creía que existía la posibilidad de perder pero me gustaba saber todas mis opciones. 

- Me besas- contesto

- Yo creo que no- le conteste mientras me reía.

- Oh, vamos! Pensé que serías más segura de ti misma- dijo, sabia que lo único que estaba haciendo era provocarme para que aceptara pero tenia razón, no hay manera de que sepa que yo miento.

- Esta bien, acepto- le dije.

- Bien y para que veas que soy bueno, te daré tres oportunidades- respondió él - Dime una mentiras y una verdad, yo te diré cual es cual- me indico

- Te diría que tú me agradas pero seria obvio que miento- le conteste.

- Creo que te mientes a ti misma- contra ataco Sam. 

- En quinto año me rompí el brazo y mi primer beso fue con el mejor amigo de mi hermano- le dije.

- las dos son verdad- me contesto él y lo peor es que tenia razón. 

- ¿Qué fue lo que me delato?- le pregunte curiosa.

- Con las dos hubo una reacción corporal, en la primera llevaste tu mano a tu brazo como si recordaras el dolor que sentiste y en las segunda sonreíste al recordarlo, lo que me hace pensar que te gusto aquel beso- me respondió - Vamos, yo sé que puedas hacerlo mejor- me reto

- Mi ropa interior es roja- dije

- Eso es mentira- contesto 

- ¿Y ahora qué fue?- le pregunte un poco molesta

- Jamás me dirías que color de ropa interior llevas puesta en ese instante- dijo mientras se encogía de hombros. Me reí,  solo me quedaba una oportunidad y necesitaba ganar esta. Empece a pensar en cualquier cosa que sonara lo suficientemente loca como para que sonara a mentira pero que supiera que es real.

- Esta está buena- dije mientras tenia lista mi verdad, era imposible que Sam pudiera atinarle.

- Dame tú mejor tiro- respondió 

- Nathan es mi ángel guardián- 

ArcángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora