Bien .24.

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Cuenta Melliza

Me quede parada viendo como Sam se iba, tarde en darme cuenta que Nathan me observaba. Sabia lo que iba a decir "Te lo dije", toda su cara tenia escrita esa palabra. 

-¿Así que tenemos un proyecto juntos?- me pregunto con una sonrisa picara.

-Calla, sigo molesta contigo- dije y di media vuelta.

- Yo no te hice nada- replico él mientras me seguía.

- Bueno, tu novia es un fastidio, lo que se convierte en tu problema, lo que se convierte en mi problema- dije, Nathan no me dejaba de seguir aunque diera de vueltas. Se me ocurrió una brillante idea y justo cuando pase el baño de mujeres, me metí. 

- ¡Vamos, Melliza!- Me llamo desde afuera

- ¿Eh? Lo siento, no controlo mis ganas de ir al baño- le dije mientras me sentaba en el lavamanos a esperar que se diera por vencido y se fuera.

- No seas infantil- dijo todavía detrás de la puerta

-No tengo idea de lo que estas hablando- le conteste y una sonrisa se escapo por mis labios. Nathan atravesó la puerta del baño y yo solo me quede ahí viéndolo.

- ¿En serio pensaste que una puerta me detendría?- dijo mientras se agachaba para revisar que no hubiera nadie, al parecer solo estábamos nosotros dos solos.

- Pensé que el logo de la muñequita que esta fuera del baño lo haría, porque ya sabes... es el baño de chicas- dije 

- No seria la primera vez que entro a uno- me dijo y me volvió a sonreír con esa sonrisa. 

- Ugh...- solté, porque tenia que meter a su maldita novia en esto. Baje del lavamanos y me puse de espaldas a él, el problema era su novia, ese era el verdadero problema. 

-Ya no es mi novia- me respondió.

- ¿Qué?- dije sorprendida mientras me volteaba a verlo.

- Bueno, ella dijo que si yo la dejaba hablando sola terminaríamos y yo me fui a buscarte, entonces yo creo que hemos terminado- respondió encogiendo se de hombros.

-Interesante- dije 

- Te sale muy mal ocultar que te alegras de que nosotros hayamos terminado- me dijo él

- Bueno, digamos que no es una gran catástrofe para mi- dije riéndome - y creo que tampoco para ti o ¿me equivoco?-

- Bueno, era lindo tener algunos aspectos de la vida de un chico humano pero ya veré que haré- respondió. - Pero dejando las cosas no importantes de lado, necesitamos hablar-

- Detesto que digas eso, eso jamás lleva a algo bueno- dije un poco molesta de no poder tener una platica normal con él.

- Es sobre Samuel- dijo y eso empeoro todo - Mira, no sé que sucede contigo que desde hace un tiempo parece que eres súper amiga de ese imbécil- dijo molesto 

- ¿Y?- respondí, detestaba que Nathan me dijera que podía hacer y que no.

- ¡No lo conoces!- dijo - Además, hay algo muy malo con ese tipo. Tú lo sabes, no me puedes engañar con eso Mel- 

- ¿Qué le pasa a todo el mundo que cree conocerme?- respondí, estaba harta de que pensaran eso y me enojaba aun más que tuvieran razón. 

- Es la verdad- respondió él.

- ¿Qué hay de malo con Sam? Dime ¿Qué tienes contra él?- le pregunte

- No lo digas como si tu no hubieras notado que algo anda muy mal con él- Con cada contestación que daba, se acercaba un poco más a mi, arrinconando me un poco más contra el lavamanos

- Si, hay cosas que no cuadran pero no por eso significa que sea malo- respondí 

- Hay bastante cosas malas en ese tipo- dijo

- Pues entonces... ¿Gustas compartir la información con el grupo o dejas de molestar?- 

- No creo que estés lista para saber esto Melliza- Antes a Nathan y a mi nos separaba la distancia de todo un baño, ahora solo unos centímetros.

- El verdadero problema entonces es que no confías en mi- le grite molesta

- Lo hago, yo solo quiero protegerte- contesto

- ¿Y eso a donde nos ha llevado?- Antes de que Nathan me pudiera decir algo, la puerta del baño se abrió y por ella entro una de las seguidoras de Miranda. Cuando se percato de nuestra presencia solo se quedo parada viéndonos, es hay cuando me di cuenta de lo cerca que estábamos y empuje a Nathan para atrás. Ella salió pero sabia que había sido demasiado tarde, un rumor estaba en camino de esparcirse rápido por la escuela sobre lo que supuestamente la chica vio que Nathan y yo hacíamos en los baños. 

- Perfecto- susurre y salí del baño antes de que Nathan dijera otra cosa o que otra inconveniente chica entrara y nos encontrara ahí.  Salí por la puerta del instituto hacia los jardines, Nathan todavía venia siguiendo me " No sé porque pensé que Nathan me dejaría un minuto sola" pensé. 

- Lo haré pero primero debemos terminar algo- dijo cuando llegamos a la parte de atrás de un edificio en donde nadie podía vernos, ni molestarnos.

- No te metas en mi cabeza- replique 

- Entonces no te enojes, no pensaras tan alto y yo no escuchara tus pensamientos- respondió, "claro... todo esto era mi culpa."

- Yo no dije eso- respondió él.

- Nathan!- le reprendí.

- Vale- dijo él alzando las manos como en son de paz.

- No hay nada más que decir, Sam es mi amigo y lo seguirá siendo- le informe 

- ¿Por qué tienes que ser tan terca?- dijo - ¿Necesitas a fuerzas que te diga lo que sucede para que hagas caso?- 

- Si- respondí

- Bien pero te sonara muy loco- me advirtió

- Vamos, como si lo que antes me has dicho, no sonara así- respondí 

- La vez pasada pensante que estaba loco, Melliza- dijo y tenia un buen punto, pero en realidad quien podía culparme 

- Eso es el pasado Nathan, ahora si quieres que coopere, debes decir me- le pedí 

- Bien- respondió él a regañadientes

- Bien- le respondí yo, me encantaba salirme con la mía y más cuando se trataba de Nathan 

- Samuel es un ángel caído- 






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