Capítulo 6: Tyler

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Tyler, un chico guapo de la altura de Lenko que crea ternura en ojos adecuados, ojos violeta que jamás se ha visto en la faz de la tierra, pelo castaño con toques oscuros que casi ni se le notan, cuerpo fuerte y robusto como el de mi amigo aquí presente. Es millonario y un niño de papá, todo el mundo lo sabe.

Tiene una bonita sonrisa y muchas chicas estuvieron con él, sus expectativas fueron más allá de lo increíble, cosa que me cuesta creer.

Para mí es un cara dura y un mujeriego con sus diecisiete años con mentalidad de doce. En ningún momento ha demostrado madurez, quiere poseer todo lo que ve, pero no lo consigue.

Lenko se pone delante mía y me pone un brazo en el pecho, como si me estuviera protegiendo de él.

-¿Qué es lo que quieres? &le pregunta en tono agresivo.

-Podría hacerte la misma pregunta -una leve sonrisa y su baile de cejas, se está riendo de él.

-No te importa en absoluto. Ahora, vete de aquí -cierra la puerta, pero la punta de un pie le detiene.

-
-No seas malo, quiero conocerlo -y entra a mi casa como si fuera suya.

Se pone delante de mí, pero otra vez Lenko se pone en medio.

-Lárgate -habla en voz baja y lo mira con desprecio, empujándolo hacia atrás.

-No lo haré, quiero verle y hablar con él -con su mirada intenta infundir miedo, en mí lo ha conseguido, pero en Lenko no influye nada-. Solo quiero decirle una cosita, nada más. Puedes estar delante.

Y dándose por vencido, se aparta de su camino, dejando que se acerque a mí. Toca mi barbilla y después mi mejilla. Me está dando miedo, ¿por qué no puedo dejar de mirarle a los ojos?

-Solo quiero decirte... -se acerca a mi oreja para luego susurrarme-. Que puedo darte lo que él no te da: Amor.

Se aleja de mí y me guiña un ojo, de repente siento cómo mis mejillas se sonrojan con su acto, el calor que desprenden es mucho. ¿Por qué? !No siento nada por él! Solo es un chico rico que se comporta como un niño pequeño, si quiere algo lo compra. ¡Pues no lo va a conseguir! Yo no soy un juguete que se puede tirar en tan solo una semana o menos.

Se va de la casa y, antes de cerrar, Lenko le grita un par de cosas.

-¡No te acerques a él! -grita, intentando crear un aviso que irá a ignorar.

Al cerrar la puerta, me siento en el sofá más cercano, que es el del salón, y undo mi cara en mis manos. ¿Por qué justamente me pasa esto a mí y ahora? Aún no tengo mi vida totalmente planeada, por ahora quiero estudiar y sacarme una carrera, no tengo en mi lista conseguir un chico a los dieciséis años, y menos una relación en el que solo haya roce.

Veo a Lenko agacharse delante de mí para levantarme la mirada, haciendo que vea sus ojos castaños que transmiten apoyo y paz. Sonrío también, es difícil en estos momentos tan raros que han estado pasando.

-¿Puedo darte un consejo? -interrumpe mis pensamientos.

-Adelante.

-Mantente lejos de él lo máximo posible.

-¿Por qué?

-Porque te hará daño, no te conviene estar con él -se levanta y se dirige a la puerta.

-Tú lo conoces, y debes explicarme el por qué sabes que me hará daño -me levanto del sofá y sigo su ritmo hasta llegar a la puerta.

-Solamente lo sé, lo conozco muy bien y te aseguro que no es trigo limpio -me mira como si me estuviera protegiendo de algo.

-¿Y por qué debería hacerte caso? ¿Tú quién te crees que eres para ordenarme cosas?

-No soy nadie. Si no quieres hacerme caso, adelante. Solo intento protegerte.

-¿Por qué motivo?

-¡Porque eres mi amigo!

-Es difícil saber si eres mi amigo con lo que pasó anoche.

-Siempre lo seré.

-¿En serio?

-Sí, siempre. Ahora deja que te proteja -me dice con tranquilidad.

Se da la vuelta y sale de casa, por el patio delantero, yo salgo rápidamente y digo una cosa.

-¿Por eso me intentaste besar? ¿Porque somos amigos? -le grito.

Para en seco y mira al suelo, ¿en qué está pensando? No todo puede salirle a pedir de boca. Se da la vuelta para mirarme y noto que no debí haber dicho eso.

-Yo... Yo... -no sabe qué decir, está en blanco, no se le ocurre ninguna excusa para eso-. Yo solo quería...

-¿Querías qué?

-Quería ver si de verdad siento algo por ti -no puede ser-. Desde la cita, tan cutre y gran cliché que hice, me he quedado pensando en que a lo mejor me gustas.

¿Saber si de verdad siente algo por mí? ¿Y porque aún no lo ha hecho?

-Y lo voy a probar -dice mientras vuelve a la puerta.

Llega y me pasa un brazo por la espalda, pegándome a él. Nuestras caras se acercan y, sin saber como, pierdo mi primer beso.

Una explosión en mis labios me hace perder el control, mis manos se posan en sus mejillas y hacen profundizar el primer beso que experimento.

Sus labios son suaves, carnosos y jugosos. Son el tipo de labios que desearía saborear cada mañana.

A mi me gusta el beso, podría seguir así horas. Pero Lenko se separa de mí, dejando que apoye mi cabeza en su pecho mientras jadeo por la intensidad. Lo miro a la cara fijamente, su rostro ahora es un poema.

-Yo... A mí me ha gustado -le digo, pero él sigue sin contestarme, ¿qué estará pensando?

-Pues a mí... -se ha quedado muy pensativo-. A mí no me ha gustado -¿ha cambiado su cara a una de pena? ¿Por qué?-. Pero sigo con mi compostura de que no te acerques a Tyler.

-Lenko, yo... -intento decir una cosa, pero me interrumpe.

-Solo prométemelo.

-Te lo prometo -resoplo, vencido.

-Uff -suspira aliviado de que no me vaya a acercar a él-, vale. ¿Qué es lo que querías decirme?

-Pues... -llevo mi mano izquierda a su brazo de detrás de mi espalda y la toco suavemente-. Que quiero que me sueltes, si de verdad no has sentido nada.

Al ponerse colorado, quita el brazo de mi espalda y se separa un poco de mí.

-Bueno, pues me voy. Creo que es hora -tartamudea mientras se va yendo, pero a mitad de camino se para y me dice una última cosa-. Ah, te he dejado el celular en la mesilla de noche de tu habitación, se te olvidó en mi casa.

-Gracias -le agradezco, con todo esto no me acordaba de mi celular.

Desaparece de mi vista y con ello, los labios de mi primer beso, al igual quee hoy nace un sentimiento en mí, algo que no esperaba construir ahora.

Creo que es amor, pero no quiero sentirlo si es hacia él. Es totalmente hetero, no es ni una pizca gay, eso lo tengo seguro. Pero las personas cambian con el tiempo, ¿no? Además, no creo que mi promesa de no acercarme a Tyler vaya a seguir en pie por mucho tiempo.

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Con el tiempo todos cambiamos, aunque no nos enteremos.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy.
Voten, comenten y sigan todavía la historia, porfa please. Que pedrada he soltado.
¡Nos leemos pronto!
(○゚ε゚○)

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