Capítulo 11: Noticias De Infarto

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Despierto abriendo los ojos lentamente, he dormido de maravilla aun sabiendo que Lenko estaba abrazándome. ¿Qué mosca le había picado? La verdad es que no me importa de mientras estuviera en sus brazos, se sentía muy bien. Es una gran almohada.

Termino de abrir los ojos y miro a mi alrededor, Lenko no está. ¿Se habrá ido a su casa? Posiblemente será eso. Alguien llama a la puerta y abren, ¡es Lenko! Y trae una bandeja con café, zumo, galletas, tostadas y mermelada. Debe de estar hambriento, porque no creo que eso sea para mí. ¡Y sigue sin la camiseta! Me sonrojo un poco y me tapo con la manta. No me voy a poder acostumbrar jamás.

—Oh, estás despierto, por fin, no conseguía despertarte ni con un claxon —dice y se ríe, consiguiendo el mismo efecto en mí—. Venga, que he traído el desayuno.

—Pues si que te preparas un buen desayuno.

—¿Eh? Ah, no, esto es para los dos —dice señalando la bandeja mientras me quita la manta de encima.

—¿En serio? —me sorprende que haya hecho esto para los dos, ¿o mas bien sería para él hasta que le he pillado? No tiene mucho sentido si ha venido a la habitación para tomarlo.

—Sí, para los dos -dice mientras se sienta a mi lado y pone la bandeja en medio, haciendo que casi caiga el café y el zumo, si se mancha la cama lo limpia él.

Untamos mermelada en un par de tostadas y nos las comemos poco a poco, mientras le doy sorbos al zumo y él al café.

Otra llamada a la puerta capta nuestra atención y quien entra es mi madre.

—Kyle, tengo que irme, así que te dejo dinero para que... —el silencio se apodera de ella al ver a mi amigo sin camisa.

Tiene el derecho de estar sorprendida, si yo fuera ella, también lo estaría.

—¿Qué hace él aquí? —pregunta señalando al chico popular.

—Se quedó a dormir, ya que él estaba malo —le sonrío de buena manera—. Espero que no te importe que se quedara, es un buen amigo.

—No... Claro que no —sigue con la boca abierta—. Por mí puede quedarse todas las noches aquí —dice lentamente.

—¿A donde ibas, mamá? —pregunto para que se le vaya de la mente esta situación por un minuto.

—Oh, sí, tengo que irme, así que te dejo dinero encima de mi mesilla de noche para que compres comida. No te lo gastes en otra cosa —y sigue con su tarea de ponerse el último pendiente.

—No te preocupes, soy responsable. Después de todo, tú me criaste.

—Eso espero —y me señala con el dedo una vez más.

Levanto las manos en señal de rendimiento y se va de la habitación. Oímos la puerta de la casa y el coche alejarse. Lo miro y veo que se está riendo por lo de antes.

—¿Qué? —también me invade la risa.

—No, nada, es que me ha hecho gracia la cara de tu madre al verme así.

—Casi le da algo.

—¡Se notaba a kilómetros! -y nos reímos a carcajadas, es una tontería bastante grande y casi tiramos todo.

Terminamos de desayunar y yo me ofrezco a llevar la bandeja a la cocina. Llego a la cocina y dejo la bandeja, y justo unos brazos me atrapan y me aprietan contra un cuerpo. Siento el calor que desprende, el tacto de sus brazos me reconfortan y me hacen sentir bien, seguro.

-Lenko... -susurro, esto me gusta, aunque me cueste aceptarlo.

No puedo decir nada más, no tengo palabras para expresar todo lo que quiero, no quiero soltar una tontería y que luego se ría de mí. No me gustaría nada.

Deja de abrazarme y contengo las ganas de decirle que lo vuelva a hacer, que quiero que siga todo el día, pero no creo que él quiera. Además, me diría que él no me quiere tanto para eso. Dejo que se vaya al salón y enciende la televisión. Se pone a ver las noticias, justo una noticia llama mi atención. Me acerco y lo veo... Una noticia que me congela el corazón.

Corro a por el celular y lo desbloqueo, para marcar el número de mi madre con terror en mi pecho. Suena tres veces y al cuarto por fin contesta.

¿Qué pasa Kyle? —me pregunta ya al descolgar.

—Mamá, ¿tienes alguna televisión cerca?

Sí, ¿por qué?

—Pon las noticias, te vas a quedar de piedra.

Oigo por el otro lado como pide que cambien de canal y oigo lo mismo que aquí. Le pido a Lenko que suba el volumen y oigo todo.

—"El sospechoso secuestró un autobús lleno de jóvenes. Ahora los rehenes han sido liberados, muchos han sido heridos y otros asesinados, pero el sospechoso sigue en busca y captura por toda la región. Desconocemos si ha sido un acto terrorista o tan solo un desahogo personal. Por suerte, los rehenes nos han descrito que es un hombre de mediana edad, estatura alta, violento, agresivo y muy peligroso. Aquí tenemos un retrato robot —y enseñan el retrato robot—. Si han visto a este hombre, por favor, contacten con la policía lo mas pronto posible."

Ese retrato excava en lo más hondo de mis recuerdos. Me pongo el celular en la oreja y vuelvo a hablar con mi madre.

—¿Has visto lo que yo?

—dice duramente desde el otro lado—, pero es imposible —tiene la voz quebrada, esto la asusta tanto como a mí.

—Kyle, ¿qué pasa? —me pregunta Lenko al verme pálido y tembloroso.

—Pues al parecer no es imposible, ha vuelto —le digo a mi madre.

—¿Quién ha vuelto? —sigue Lenko, bastante preocupado.

Tengo el corazón en un puño ahora mismo, está latiendo muy deprisa al ver la noticia y el retrato que aún sigue emitiendo. Necesito sentarme, mas bien morirme, aunque no sé si eso servirá, porque al parecer los muertos reviven.

—Los muertos reviven, porque papá ha vuelto —digo en voz alta y lentamente, noto que mi madre está paralizada por el miedo y que Lenko por fin lo pilla, abriendo los ojos de par en par.

El miedo vuelve a alojarse en mi corazón y en todo mi cuerpo, pero donde más me duele es en la mente. Los recuerdos duelen, y en concreto los que tienen que ver con él.

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Los muertos pueden revivir, o los que creíamos muertos no lo están.
¿Cómo puede ser? La vida de Kyle se va al garete ya sabiendo que su padre vive.
Todo ha cambiado en su vida, pero de mejor a peor.
Primero Lenko y luego la noticia de que su padre puede seguir vivo.
Solo es un retrato, pueden haber fallos,¿no?
Si les ha gustado, voten y comenten, hasta la próxima.
~\(≧▽≦)/~

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