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Capítulo 7: Apoyo Tu Decisión

*-*Narra Lenko*-*

Estoy en el instituto, deseando que llegue la hora que nos junta a Kyle y a mí. A mi derecha, mi compañero de las demás clases, está mi mejor amigo Mike.

Su cabello es rubio dorado como el trigo bajo el sol, ojos celestes que simbolizan la paz del cielo, gafas de montura gruesa que le quedan bien y hace que se vean más sus hermosos ojos. Su cuerpo delgado y moreno es como un papel, a punto de romperse con el mínimo contacto. Su amistad ha sido una cura para mis oscuros rincones mentales, una risa y me alegra el día, lo que consigue cada día.

Cuando el profesor se va un momento hacia la sala de profesores, porque se le ha olvidado un libro, todos se ponen a sacar los celulares y a hablar entre ellos a gritos. Los profesores siempre tardan lo suyo en volver y eso es lo mejor.

Mike se gira hacia mí y se acerca para hablar, pero no estoy para eso.

-Me han dicho que has estado con el chico al que gritaste. ¿Cómo se llama?

-Kyle. Y sí, hemos estado una tarde juntos -digo tranquilamente, parece que nadie ha notado que nos sentamos juntos.

-¿Y eso?

-Una apuesta, tenía que salir con él una tarde.

-¿Y qué pasaba si tú ganabas?

-Pues que Tyler tenía que grabarse cantando y colgarlo en las redes sociales por un día. Que yo sepa, aún no lo ha hecho.

Eso me hace recordar que Kyle ha participado en esto, debería mandarle el vídeo cuando esté publicado.

-Que mal para él. Si lo hace espero que no rompa el cristal de mi celular.

-Reza por si acaso o baja el volumen, que siempre lo tienes alto.

-Sin volumen, no hay sentimiento.

-Como digas.

-¡Que viene! -dice un compañero de clase y todos guardan su celular mientras guardan silencio.

Para cuando llega, ve que estamos callados y sin hacer nada.

-Muy bien, alumnos. Sin duda, creo que esta es la mejor clase que tengo.

Será porque no has estado aquí como alumno.

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El timbre suena y todos nos levantamos para el cambio de clase. Lo que toca ahora es una hora al lado de Kyle, así podré hablar con él para ver si está bien.

Llego al aula que me toca y ahí veo a Kyle, sentado mientras escribe en un folio de su archivador. Llego y veo que son partituras y, al lado, un folio lleno de garabatos que no consigo entender.

Me siento en la silla y, precipitadamente, lo recoge todo. Las partituras se le caen y yo me levanto para ayudar. Cuando las ojeo, noto que es una canción. Cuando se los voy a dar, me las quita con rapidez, haciendo que los bordes se separen de la hoja. Parece ser que no quería que los viera.

Me vuelvo a mi sitio y el profesor aún se ausenta del infierno, así que me pondré a hablar con Kyle.

-Oye Kyle, ¿qué tal estás?

-¿Eh? -despega su mirada de las hojas y me presta atención, pero al menos ha escuchado mi pregunta-. Ah, bien. ¿Y tú?

-Pues bien -respondo, pero en mi interior se rompió un pedacito de mí, y no sé por qué-. Oye, sobre el beso de antes... -intento decir, pero me interrumpe al momento.

-El beso... Quieres que no diga nada, ¿verdad? -debe de leer las mentes, porque es exactamente lo que iba a decir.

-Así es. Te veo muy tranquilo.

-Sé que tú no sentiste nada y te agradezco que me hubieras dicho la verdad.

-De nada -siento algo muy raro, es algo que no sé describir.

-Cuando pienso en el beso, recuerdo que dijiste que no te gustaba, y con eso se... me pasa. Así que apoyo tu decisión.

Un momento, ahí ha cortado. ¿Eso es que no piensa en verdad así? No quiero presionarle, quiero saber si tiene las agallas de decirme lo que siente de verdad.

-¿Y esas partituras? -pregunto para cambiar de tema.

-¿Esto? -señala las mismas partituras que vi y asiento con la cabeza-. Pues una canción que he escrito.

-Ya, ¿pero para qué tienes las partituras en vez de la letra?

-Pues para tocarla, que pregunta más tonta.

En un momento nos damos cuenta de que el profesor no ha venido y que no vendrá ninguno, ya que no quedan profesores de guardia.

Mientras, nosotros conversamos y me entero de que toca el piano y también la guitarra, que le enseñó un amigo suyo.

Nos contamos varias cosas más, como que voy al gimnasio todos los días que abren, que me gusta el deporte, los libros y varias cosas más.

Él me cuenta que le gusta los videojuegos, los libros, algo que tenemos en común, al igual que los videojuegos, escribir historias por lo que vi, y me contó algo muy raro, a mi parecer, que le ocurre con la música.

-La música es parte de mí, de mi alma, sin ella no podría ni imaginar, ni soñar, ni siquiera escribir, refleja cómo me siento.

Eso es lo más raro que me han contado en la vida. Pero a la vez es bonito, me gusta. Si escribe al igual de como se expresa, creo que va a ser muy grande de adulto.

La hora ha terminado y toca el recreo, cosa que todos nos levantamos y nos vamos fuera.

Me intriga mucho esa canción que ha escrito, necesito saber la letra para entender. Sino, la intriga me correrá por las venas cada segundo.

Mis amigos me llaman, creo que es hora de desconectar la mente un poco. No tengo que pensar en Kyle todo el tiempo, no creo que sea bueno.

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