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Capítulo 30: Corazón Sangrando

*-*Narra Kyle*-*
Gimnasio Del Instituto
(Ocho de la tarde)

Es el momento de la verdad, la noche en la que el infierno se alzará para recoger mi alma caída, o al menos eso creo. Quieto en el marco de la puerta estoy, observando el decorado con detenimiento. Poco importa el decorado en estos momentos, debo encontrar a Lenko para hablar, para que deje claro lo que siente.

Tan solo doy dos pasos cuando encuentro a Denis con quien parece ser su acompañante. Una hermosa chica de cabello rubio dorado como el trigo bajo el sol. Quiero saber quien es, así que me acerco a ellos y suelto lo que pienso.

—Parece que alguien calló del cielo y aterrizó en brazos de un grandullón —giran para encontrarse conmigo.

—¡Kyle! Me alegro de verte por aquí. Te presento a Layla, mi pareja —da un paso para darnos un par de besos en la mejilla.

—Encantada.

—Igualmente. ¿Como es que semejante belleza está con Denis?

—Me lo pidió con un ramo de rosas en medio del pasillo. Me cautivó hasta tal punto que acepté salir con él.

—Interesante —no es normal de él, ¿será que está totalmente enamorado de ella?—. Es extraño que saque su lado romántico. Como sea, os dejo solos. ¡Disfrutad el baile!

—¡Lo haremos! —desaparezco de su vista.

Camino hasta donde están las bebidas y me sirvo cualquier cosa con tal de matar el tiempo. El popular se pasará por aquí tarde o temprano, es cuestión de tiempo que todo ocurra. Debería intentar disfrutar el momento, estoy en un baile. Podría hacer cualquier cosa para divertirme y sacar al fiestero que llevo dentro. Cualquier cosa es mejor que pasear por los alrededores, viendo como la gente ríe mientras estoy aquí sentado bebiendo.

Una mano se posa en mi hombro con una voz femenina que me alegra oír.

—Siento haberte obligado a venir. Puedes irte, Kyle —me niego rotundamente.

—No me voy, ya te dije que venía por temas propios. Además, conociéndote seguro que me necesitas. O tal vez no. ¿Quién sabe?

—Está bien, dejaré de presionar. Eres libre de hacer lo que quieras.

—Ya lo sé —tomo un sorbo del vaso—. Por cierto, ¿ya conoces a la pareja de Denis? Es muy guapa.

Reacciona de inmediato, se despide de mí y arrastra a su novio para ir a ver a la nueva pareja feliz. Al menos ella tiene algo que hacer.

Otra vez solo, sentado en esta silla que algún otro podría aprovechar. Veo a Lenko con su pareja desde aquí, siendo los más guapos y vistosos de la fiesta. El vestido de la chica es llamativo y hermoso, siendo el centro de atención de todos los chicos, quienes babean como perros. Sin esperar ni un segundo más, entran en la pista y se funden con el ambiente.

Me levanto y paseo al borde de la pista, escuchando la diversión personificada. Ojalá Pablo estuviera aquí conmigo, me diría cualquier cosa con tal de hacerme sentir bien, con tal de hacerme sonreír.

Del tumulto sale Tyler, quien parece estar también solitario, con dificultad. Saluda al percatarse de mi presencia, pero no quiero hablar con él, quiero estar solo o con Pablo.

—Hola, Kyle.

—Hola —correspondo al saludo sin ganas de hablar.

—¿Te encuentras bien?

—Sí, estoy bien. No es nada —miento.