Dylan
¿Qué es ese insoportable sonido? Abro lentamente mis ojos y me encuentro a mi móvil vibrando ene le borde de la mesilla de noche casi cayéndose así que lo cojo para que no caiga. ¿Por qué me llama Mike si vivimos en la misma casa?
-Mas vale que sea importante, Mike- digo al descolgar la llamada.- Estaba durmiendo
-Supuse que dirías eso. Solo que...- hace una pausa.- ¿Pero tú no tienes que ir a la universidad?
-¿Qué?- miro la hora y son las 8:25.- Mierda, hablamos luego Mike
-Pero...- no le dejo terminar y corto la llamada. Llego tarde el primer día de clase, genial. Esto va a ser mas difícil de lo que pensaba. Lo mejor de esto es que puedo estudiar en harvard y no cambiarme a otra universidad.
Me levanto corriendo y me pongo una camiseta azul, unos jeans negros y unas converse blancas. Salgo de casa sin desayunar y me pongo en camino, para cuando llego ya no hay nadie en los pasillos. Mierda, tengo que poner el despertador ahora.
Cojo mi horario y me dirijo a mi primera clase. Álgebra, menos mal que no es tan mala. Llama a la puerta y entro. Ya está un profesor adentro, bastante joven debería tener unos 29 o 30 años. Me disculpo por llegar tarde y busco un sitio donde sentarme y encuentro uno al lado de una chica. Esa debe de ser ella. Me dirijo a ese lugar y me siento para después girarme hacia ella.
-Hola, soy Dylan Black- digo con un tono seductor, si tengo que acercarme a ella esta es la mejor forma, ¿no?
-Hola- dice simplemente sin mirarme
-Ahora es cuando me dices tu nombre- se gira para mirarme y sonríe de lado. Sus ojos son grises, que extraño. De ella solo sabía su nombre y la situación de su familia.
-Lo se, pero creo que es algo irrelevante- me guiña un ojo y vuelve su atención al profesor. Claro que es relevante, aunque ya se como se llama. Dejo de observarla y pongo mi vista en el profesor pero atiendo a lo que dice.
Sus ojos grises son increíbles, nunca he visto unos ojos tan bonitos. Son de un color platino que parecen de mentira. ¿Serán lentillas?
Mientras miro al profesor siento su mirada en mi, así que giro lentamente mi cara y la pillo mirándome. Sonrío de forma egocéntrica.
-¿Disfrutando de la vista, nena?- le pregunto alzando una ceja.
-¿Quién? ¿Yo?
-No, la ventana, es que me siento acosado por ella- le dije serio y de forma sarcástica. Ella se empezó a reír, fuertemente. Tiene una risa de esas que no puedes evitar reírte también y eso hizo toda la clase, se rieron con ella sin saber por qué. Cuando ya estuvimos mas calmados el profesor habló.
-¿Qué es tan gracioso señorita...- miró su lista y después a Aria otra vez- Allen?- La ojos grises lo mira divertida.
-Un chiste, se me vino a la mente y no pude evitar reírme
-¿Podría contárselo a la clase? Ya sabe, para saber el porque de las risas- dijo el profesor algo serio.
-Creo que no va a ser de vuestro agrado, así que no...- se encoje de hombros. El profesor niega con la cabeza y sigue con lo que estaba diciendo. Ella se gira para mirarme.- ¿Te digo un chiste?- dice algo emocionada, como una niña pequeña
-Claro- digo confundido
-Tu cara- me guiña un ojo y suelta una risa como unos chicos que están sentados delante de nosotros.
-Tal vez, pero te volverás loca por este chiste- digo guiñándole un ojo. Lo dije sin pensar y es una estupidez. Se escucho un uoo de los chicos de delante.
-¿Sabes cuándo pasará eso?- dice coqueta- cuando sueñes conmigo
-Ya está bien- dice el profesor llamándonos la atención. Mire a Aria que tenía una sonrosa burlona en la cara. Cinco minutos después sonó la campana, salí al lado de la ojos grises.
-¿Me dirás tu nombre ahora?- pregunto otra vez, supongo que tengo que actuar.
-Claro, soy Aria- me sonríe in poco. Aunque su risa sea contagiosa se le nota que no sonríe mucho.
-Aria, bonito nombre- comento con una sonrisa
-Gracias- sonríe de nuevo
-¿Usas lentillas?- le pregunto mirando fijamente sus ojos.
-Claro que no- se ríe. Iba a decir algo más cuando una pelirroja bajita con una mirada coqueta me interrumpe. Está buena, tengo que admitirlo.
-Hola, soy Allison. ¿Y tú?- me preguntó con un tono seductor
-Dylan- el sonreí y no dije nada mas. Se queda ahí parada mirándome hasta que desvía su mirada hacia Aria y alza una ceja a lo que Aria responde con una sonrisa. ¿Por qué sonríe?
-¿Y tú quien eres?
-Aria Allen- le sonríe.
-Te diría encantada pero no me gusta mentir- dice Allison con una sonrisa burlona.
-Menos mal- dice Aria con una sonrisa mas grande aún,- porque no tenía pensado invitarte a mi casa para hacer una fiesta de pijamas
-¿Perdón?- dice ofendida
-Perdonada- sube su pulgar y se gira para mirarme- Yo me voy Dylan- me saluda con la mano y se va a su siguiente clase mientras yo me quedo con Allison.
-Oye, ¿te gustaría...- empieza a preguntar pero no le dejo acabar.
-Ni de broma- le digo y me dirigía a mi siguiente clase.
Aria
Caminé hasta mi clase y llegué justo cuando la profesora estaba entrando, menos mal. A la hora de comer me encontré con Ían y después de coger nuestra comida nos dirijimos a una mesa en la cual estaban unos chicos que Ían había conocido y casualmente en esa mesa estaba Dylan.
-Hola- saludo y me siento entre Ían y Dylan
-Hola, ojos grises- dice Dylan. ¿Ojos grises? ¿En serio?
-Dylan- digo simplemente
-¿Os conocéis?- dice mi mellizo mientras se mete un trozo de pollo en la boca.
-Coincidimos en clase- me encojo de hombros
-Soy Finn
-Y yo Jack- dijeron dos chicos completamente iguales. Ojos verdes y pelo castaño, vaya.
-Y yo soy Anastasisa, pero llámame Ana- me sonrió la castaña de ojos azules
-Encantada- les sonreí
-¿Usas lentillas?- preguntaron los gemelos a la vez
-No, ya se que lo parece- digo restándole importancia
-¿Que estudias?- pregunta Ana mirándome fijamente con sus ojos azules
-Física, para Astrofísica
-Yo también estudio Física- dice Dylan y lo miro sonriendo. Después de hablar un rato mas con ellos me enteré de que Ana estudia psicología, Jack medicina y Finn ingeniería genética. Parecen buenos chicos.
El resto del día lo paso normal. Ha sonado la última campana del día, me despido de Ana y me dirijo a mi moto pero alguien me agarra del brazo, estaba a punto de darle un puñetazo cuando escucho la voz de Dylan.
-¿Quieres que te lleve? No has traído coche por lo que veo- dice ya que no hay ningún coche en el aparcamiento.
-Tengo mi moto, pero gracias- me suelto de su agarre y me suboa a la moto.
-¿Chica mala?- pregunta con una sonrisa
-Algo así- le guiño un ojo y me voy.
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No te dejaré ir
RomantikDesde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos. Y después está Dylan. Dylan...