Desde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos.
Y después está Dylan. Dylan...
Después de pasar toda la tarde en la playa estamos en la habitación y Dylan se está duchando. ¿Sabíais que al lado de la ducha hay un botón? ¿Y qué si lo pulsas hace que los cristales oscurezcan? Pues yo ahora si.
El idiota que tengo por novio no me lo dijo porque pensó que yo ya lo sabía y mientras me estaba duchando él estaba preparando la sorpresa de esta noche. Nuestra segunda noche aquí, la segunda sorpresa que me prepara. ¿Puede ser mas tierno?
Yo ya me he duchado, solo me falta arreglarme el pelo y vestirme. Así que aquí estoy, delante de la cama con unos conjuntos encima de ella, mirándolos, sin saber cual ponerme. Dylan dijo que sería algo formal así que el short de tiro alto y la camiseta corta de lentejuelas lo descarto.
Miro los otros dos conjuntos que quedan en la cama. Una falda que me llega a mitad del muslo, mas o menos, blanca y un top nergro, y el otro es un vestido negro de encaje, semitransparente en por debajo y por encima del pecho, y en el escote tiene piedras blancas. En la parte de atrás tiene una cremallera que lo cierra.
Decidido. Me pongo el vestido.
Guardo los otros dos conjuntos en la maleta. Cojo ropa interior negra y me la pongo. Después me pongo el vestido. Me acerco a la pequeña cómoda que hay, me pongo poco maquillaje, la línea del ojo y rímel. Mi pelo lo dejo natural, con sus rizos. Me miro en el espejo de cuerpo entero y creo que estoy bien.
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Dylan sale del baño en boxers y con una toalla secándose el pelo. Al verme se detiene y silva.
-Vaya... estás guapísima- dice mordiéndose el labio y mirándome de arriba a bajo. Sonrío y paso por su lado entrando en el baño. Me miro en el espejo y me retoco el maquillaje, hay mas luz y puedo comprobar mejor que está bien.
Cuando salgo del baño Dylan está abrochándose su camisa. Cuando termina se pone la corbata pero no sabe hacerse el nudo, lo se porque está haciendo cosas raras. Suelto una risa y me acerco a él.
-Déjame a mi, anda- agarro su corbata y le hago bien el nudo ajustándolo a su cuello.
Cuando termino lo miro, él me está mirando. Mis manos sueltan la corbata y se ponen en su pecho. Creo que estamos tan concentrados en mirarnos que si ahora estallara una bomba en la playa no nos daríamos cuenta. Mirando a sus ojos encuentro la tranquilidad que siempre necesito. Que él me mire de forma tan intensa me hace sentir algo diferente, algo que nunca había sentido, y que solo él sabe hacerme sentir. ¿Cómo puede hacerme sentir mas con una mirada que cualquier otro con un abrazo?
No se en que está pensando pero una sonrisa aparece en su cara haciendo que yo sonría.
-¿Estás lista?- pregunta en voz baja, casi en un susurro
-Sip- digo mientras me alejo de él y cojo mi bolso, donde está mi móvil mi dinero y eso. Miro el móvil y veo que tengo llamadas de mi padre, de Ían, de Irina, de Alex y de los gemelos, a parte de muchos whatsapps. Paso de de Irina y Alex y llamo a mi padre.
