Capítulo 14.(Nueva edición)

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Dylan

Tengo que avisar a sus hermanos, ni una noche tuvimos en paz.Cojo mi móvil y llamo a Ían.

1 tono

2 tonos

3 tonos...

-Hola Dylan, ¿pasa algo?

-Ían, está herida, un tal Thomas le disparó en el estómago.

-Ha vuelto- murmura - ¿Está bien?

-No lo se, la están operando

-Bien, llegaremos lo antes posible. ¿Naira?

-Con unos vecinos, no ha visto nada

-¿Y Thomas?

-Muerto

-Bien- cuelga.

Ya han pasado 3 horas. ¿Pero qué mierdas están haciendo? Tengo mi ropa manchada de sangre aunque no me importa. Estoy mirando fijamente a la puerta por donde se la llevaron. Un doctor sale de ella.

-¿Familiares de Aria Allen?- me levanto rápidamente.

-Yo soy su novio- me pongo delante de él, le llevo unos cuantos centímetros.

-La operación ha salido bien, la bala no ha tocado nada demasiado importante.- suspiro aliviado

-¿Puedo verla?

-Si, sígueme.

Sigo al doctor por unos largos pasillos, joder, ¿por que tan largos? Ya podrían existir los teletransportadores como en ese capítulo de los Simpson. Por fin llegamos a una habitación

69

Vaya por dios, ¿que es, una indirecta? Porque si lo es, la he pillado. El doctor se gira para mirarme.

-No la alteres, ¿de acuerdo?- dice a lo que yo asiento. Entro en la habitación y Aria está intentando quitarse los cables

-Hey, para- le digo cogiéndole las manos. - ¿Estás loca?- me mira.

-Si, pero por ti- ¿puede ser más adorable?- Ahora voy a quitarme estas cosas.- intenta sacar sus manos de las mías pero no le dejo- ¡Suéltame Dylan!

-No. Si te quitas eso, empeorarás y es lo que menos quiero en estos momentos- le digo cansado. Deja de intentar quitar sus manos.

-Ya lo se, pero no me gusta tener cosas enchufadas en mi cuerpo- dice angustiada

-No pasa nada, cariño- le sonrío y ella me sonríe de vuelta. Me siento a su lado y la abrazo.

-Te quiero- me separo un poco para mirarla a a los ojos. ¿Me ha dicho lo que creo que me ha dicho?

-Repítelo- junto nuestras frentes

-Te quiero, te quiero- dice mas alto

-Y yo a ti, ojitos grises- nos besamos. Y claro que la quiero. La quiero mucho, muchísimo. Me pongo sobre ella para seguir besándola. Pongo una mano en su cintura y la otra aguantando mi peso.

 Pongo una mano en su cintura y la otra aguantando mi peso

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No te dejaré irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora