Aria
-Está bien, ¿por qué Ana dice que lo nuestro no va a funcionar?
-Porque está celosa. No acepta que estemos juntos, no se, supongo que apoyaba demasiado a Lexie...- se encoje de hombros y lo me conformo con esa respuesta, de momento.
-¿Por qué nunca hablas de tu infancia? Nunca me has dicho como eras de pequeño o que hacías. Ni alguna anécdota de unas vacaciones familiares o un juego con tus hermanos.- su mirada se posa en mi nada mas decir familiares.
-Porque mi infancia no fue normal, mi familia no es normal. Mi padre alcohólico, mi madre una sumisa de este, no quería abrir los ojos, mi hermana mayor se iba de casa cada dos por tres para no tener que aguantar a mi padre y mi hermano pequeño metido en un mundo de fantasía que nadie entendía pero que para él era perfecto, él era lo único realmente bueno que tenía en casa. Yo cuidaba de él porque mi padre se iba al bar y mi madre estaba demasiado preocupada por él como para preocuparse por sus hijos, pero a pesar de eso, cada noche, cada estúpida noche al llegar a casa le daba una paliza, y a la noche siguiente ella seguía preocupada por él.- Se pasa una mano por el pelo, se levanta y su mirada se posa en el horizonte.- La verdad es que no tengo nada bueno que recordar de esa época de mi vida. Aria mi vida no ha sido fácil ni es fácil. Mi infancia fue una mierda y mi vida aún lo sigue siendo. Pero ahora estás tu, que cuando miro tus ojos todo parece un poco mejor, la vida es un poco mejor.- Se agacha quedando sus ojos a la altura de los míos.- Con esa luz que da vida. Destacando en un lugar lleno de gente, hay algo en ti que hace ver las cosas de forma diferente.- Llevo mi mano a su cara y acaricio su mejilla.
-Confía en mi Dylan- digo, estoy hablando de lo que me oculta realmente
-Lo hago- me dice. Aparto mi mano de su cara y me levanto furiosa.
-No, no lo haces. Si lo hicieras no me dirías que te vas de la ciudad por unos asuntos familiares cuando no creo que sea por eso, no tendríamos que tener salidas así para sincerarnos. Quiero que hables conmigo como yo lo hago contigo. ¿Es tanto pedir?- le grito. Vale, llevo tiempo guardándomelo y he explotado y ya no hay vuelta atrás.
-Eso intento, Aria. Lo intento ¿vale?- me grita de nuevo
-Si lo intentaras me lo dirías.- Bajo mi voz pero aún con tono enfadado
-No puedo decírtelo- dice en voz baja
-¿No puedes o no quieres?- me cruzo de brazos y lo miro desafiante.
-No puedo
-¿Por qué?- le grito de nuevo- Contéstame, ¿Por qué mierdas no me dices lo que está pasando? ¿Por qué no me dejas entrar en tu mundo cuando tu estás en el mío? ¡Contesta, maldita sea!
-¡Porque no quiero que te hagan daño! No quiero que alguien venga y te lleve para siempre. No tienes ni idea de en lo que estoy metido y no quieres saberlo- me dice con voz calmada aún que se que quiere gritar
-¡Dímelo! ¿A caso no soy lo suficiente buena para ti para que me ocultes eso? Y aún peor cuando es algo que puede afectarme, Dylan
-Eres perfecta para mi, Aria.
-¿Cual es el puto problema entonces?- grito de nuevo
-¡Qué estaba metido en la mafia!- suelta de repente.
-¿Qué?- digo en un susurro abriendo mucho los ojos.
-Estaba metido en la mafia. Pero ellos aún me buscan para acabar algunos trabajos. Tú sabes que una vez que entras....
-Solo sales muerto- acabo la frase por él- Se lo que es estar en ese mundo, Dylan, tendrías que habérmelo dicho antes. Pero, ¿por qué?
-Porque necesitábamos dinero. Cuando mi padre desapareció del mapa dejamos de tener sus ingresos, que era un borracho de mierda pero por lo menos traía dinero a casa. Mi madre no daba a basto, mi hermana hacía algún trabajo aquí y allá pero mamá no quería que dejase la universidad así que lo que ganaba lo usaba para pagarla. Y un día un amigo me hablo de hacerle trabajos a alguien por dinero, a decir verdad era mucho dinero, y estaba desesperado así que empecé. Y ahí estuve durante dos años, al principio solo tenía que vigilar mientras otros hacían el trabajo sucio, a las dos semanas era el que amenazaba hasta que pocos meses después era yo el que apuntaba con el arma-. Me miró a los ojos y durante un momento pude ver ese destello de terror por haber matado a gente.- Cuando tuve suficiente dinero lo dejé, mi madre pudo abrir una boutique, mi hermana terminó los estudios sin preocupaciones y Jace pudo tener una vida tranquila.
-¿Ellos lo saben?
-¿Que estuve metido en eso? Para nada. Piensan que el dinero se lo enviaba mi padre, quizás por eso no lo odian tanto- de encoje de hombros
-¿Y no han ido a por ti o a por tu familia?- niega con la cabeza.- ¿Cómo es eso posible?- pregunto confundida, salen muertos porque saben demasiadas cosas
-Era uno de los mejores ya en los primeros meses por eso no se acercan a mi familia, porque saben que puedo matarlos en menos de lo que canta un gallo. Y he ido tanto a casa esta temporada porque me he enterado de que estaban cerca y tenía que asegurarme de que estaban bien y que no había moros en la costa-. Se acerca a mi mirándome fijamente.- No quiero que le hagan daño a la gente que quiero. No podría perdonármelo.
-Dylan- me acerco a el también- Yo también estoy metida en mucha mierda. Y mira, aquí sigo, viva, contigo.
-No soy bueno para ti- susurra. Su mirada está en el suelo
-Bueno, ninguno somos buenos para nadie. Pero te quiero y por una vez, por una maldita vez en mi vida quiero creer que lo que tenemos va a poder con todo. Y por esa razón eres perfecto para mi- le digo. Me acerco lo suficiente a él para levantar su cabeza para que me mire. Miro sus preciosos ojos azules que ahora tienen un brillo diferente- Eres completamente perfecto para mi.- le digo de forma suave.
-Aria, te amo- dice y una sonrisa aparece en mi rostro, es la primera vez que me lo dice y vaya, y puede que no este tan mal como suena en su voz.
-Yo también te amo- en su rostro aparece una sonrisa de oreja a oreja, igual que la mía
-Dilo de otra vez- dice y se acerca a mi abrazándome por la cintura.
-Te amo- digo de nuevo y el se acerca a mis labios pero no me besa. Se rozan pero no los junta.
-¿Intentas provocarme?
-Repite provocarme. Suena provocativo cuando lo dices- me dice recitando a Patch Cipriano. Suelto una risa y lo beso lentamente. Disfrutando de cada milímetro de sus labios
-Esto va a funcionar- dice él.- Por una maldita vez en mi vida algo me va a salir bien y va a ser esto. Te lo juro
-Te tomo la palabra- digo antes de juntar nuestros labios otra vez.
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No te dejaré ir
RomanceDesde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos. Y después está Dylan. Dylan...