Dylan
Me despierto por unos rayos de sol en mis ojos. Gruño mientras abro mis ojos y miro a mi derecha y veo a Aria durmiendo parece un ángel, mi ángel.
Lexie me llamó la otra noche, dijo que ese había librado de ellos y que ahora podríamos estar juntos otra vez, no entiende que la deje porque estoy enamorado de Aria.
Miro el reloj son las 12 y por lo que me dijo la comida es a las 2 y estamos a 45 minutos de camino... tengo que despertarla. Me acerco a su oído.
-Aria, pequeña, despierta- digo pero su respuesta solo fue un gruñido que me hace reír. Ella abre sus ojos y me sonríe adormilada. Empiezo a besar su mejilla y cuando estoy cerca de sus labios gira la cabeza y me besa. Sonrío sobre sus labios. Meto mi lengua en su boca y juego con la suya. Seguiría besándola eternamente si no fuera porque necesitamos el oxígeno, me voy a unir a la campaña anti oxígeno para que no nos haga falta y podamos besarnos siempre. Aria abre sus ojos cuando nos separamos. Están mas claros de lo normal y tiene cara de niña pequeña con sueño, es tan adorable
-Buenos días - dice con voz algo ronca y entre cierra los ojos para acostumbrarse a la luz
-Buenos días nena- beso su frente. - Tenemos que levantarnos, son las 12
-Mm... - se queja- tengo sueño- se acerca mas a mi apretándome.
-Levántate, vaga. Yo haré el desayuno- me levanto dándole la espalda. La oigo bufar
-Está bien- se levanta y pasa por mi lado para ir al baño. Le doy una palmada en el trasero y salta mientras suelta una carcajada.- ¿Puedo coger cualquier toalla?- pregunta una vez en el baño
-Sii- digo y salgo de la habitación. Me dispongo a preparar el desayuno, como no se me ocurre que hacer, cojo dos vasos y lleno uno de leche para ella y uno de café para mi, se que no le gusta el café. Preparo unas tostadas y saco la mantequilla y mermelada de la nevera. Y porque no, Nutella. Termino de poner todo y Aria entra por a la cocina. Su pelo está mojado y lleva mi camiseta puesta. Alzo una ceja.
-Me gusta tu camiseta, y hasta que nos vayamos estaré con ella- se encoje de hombros con una sonrisa. Se sienta para comer moviendo su pierna como siempre. Me siento en frente de ella.- Aún tenemos de que hablar
-Lo se- suspiro- pero ya hablaremos, tenemos mucho tiempo.- Aria asiente.-Y no sabes cuanto tenemos que hablar..- Tomamos el desayuno hablando de todo y nada a la vez. - Voy a ducharme. - me levanto
-Y yo a vestirme -se levanta y se dirige a la habitación- Mi móvil empieza a sonar y lo cojo para ver que es Michel.
-Ya puede ser importante para que me estés llamando ahora. ¿Y por qué no estás en casa?
- Hola Michel, ¿que tal estás? Bien y tu.
-Michel...- advierto.
-Bien bien. Es Lexie- ese nombre otra vez
-¿Que pasa con ella?- digo preocupado, hablar de ella no me gusta
-Está en la misma universidad que nosotros, ¿no la has vito?- Hago un sonido de negación.- Pues lo está y te ha visto con una chica, creo que va a por vosotros. Tío, la has cagado.
-¿Aria?
-Como se llame. Sabe que entre vosotros pasa algo, se que aun no sois novios- Si tú supieras- pero ten cuidado, va a por ella por tenerte.
-Está bien, Michel. Ella sabe protegerse.
-¿Cómo que sab...?
-Adiós Michel- le cuelgo.No puedo creer que este aquí. Aria la machacaría como si fuera una pulga. Sinceramente espero que no se le ocurra acercarse, tendré que estar más tiempo con ella.
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No te dejaré ir
RomanceDesde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos. Y después está Dylan. Dylan...