Aria
-¿No es obvio? Algo estuvieron haciendo en el jardín - dice burlona. La fulmino con la mirada. -Arpía, serpiente, víbora, mala bruja, teñida de mierda, hija de puta...-
Aprieto mis puños mientras la fulmino con la mirada haciendo que su sonrisa desaparezca.
-Escúchame bien, te conozco desde hace unas horas y ya me caes mal. No se por qué motivo estás con mi padre, pero lo descubriré y te machacare como a una hormiga- digo con tono enfadado.
-Créeme tú, estoy con tu padre porque lo quiero. Y claro que me voy a salir con la mía- dice con una sonrisa macarra.
-Se que no es por amor- me alejo de ella y la miro de arriba a bajo. El vestido que lleva es ajustado y casi ni le taba el culo. La miro a la cara otra vez y levanto una ceja y sonrío, se que eso le puede hacer sentir inseguridad. - Deberías pensar en vestir ropa algo más decente... - digo finalmente y ella me mira indignada.
-Por lo menos a mi me queda bien no como a ti... - me mira de arriba a abajo- niñata.
Y otra vez se contradice a ella misma, ¿es que no aprende? Será hipócrita.
-Si lo que tu digas pero... - la miro- Aunque la puta se vista de seda, puta se queda y en este caso la puta no soy yo- le guiño un ojo. Me giro a Dylan quien intenta no reírse. Pero Irina no puede mas y se ríe haciendo reír a los demás menos a Alice y a mi padre claro esta. Este último me mira furioso.
-Aria deja de ser tan inmadura. Y no le digas cosas que no son verdad a Alice, solo le tienes envidia de que ella sea una señorita y tu no- todos paran de reírse- deja de comportarte como una niña y empieza a ser una mujer.- Lo miro, no puedo creer que me haya dicho eso, no puedo creerlo. Aprieto mis puños y voy hacia el, me da igual que sea mi padre, para mi dejo de serlo cuando mamá murió. Estaba por darle un puñetazo pero alguien me coge por la cintura. Se que es Alex siempre es él el que me para cuando voy a hacer alguna estupidez.
-¡Déjame, Alex!¡Déjame!- grito
- Ya está Aria, ya está- me susurra al oído y dejo de intentar que me suelte pero sigo furiosa
-Papá, tú no mides lo que estás diciendo, y te vas a arrepentir-dice Ían de forma calmada. Tiene mucha paciencia.- Yo me voy, buenas noches-se dirige a mi y a Alex- nos vemos en media hora, ya sabéis donde -asentimos y se va.
-Irina ve a por Naira- dice Alex. Irina sube corriendo las escaleras. Cuando baja Naira corre hacia Dylan y este la coge en brazos, parece que se llevan bien. Alex se acerca.
-Princesa, ya nos vamos- Naira asiente y abraza a Dylan. Este la deja en el suelo y yo me agacho para abrazarla y dejo un beso en su frente.
-Nos vemos pronto ¿vale princesa?- asiente- Buenas noches- la beso otra vez en su frente - Nosotros nos vamos, Adiós. - cojo de la mano a Dylan quien se despide con la mano. Alex e Irina salen detrás de nosotros.
-Irina vete a casa con Naira, ¿vale?- dice Alex mirándola a los ojos.
-Vale, pero tened cuidado por favor - dice preocupada
-Lo tendremos, te amo- le da un beso en los labios y otro en la frente
-Te amo- le sonríe y se dirige al coche. Cuando ya se ha ido nos dirigimos al coche
-No puedo ir así - señalo mi ropa
-Cierto, ¿No tienes nada aquí?
-Si, voy a subir por el árbol. Quedaros aquí. - empiezo a caminar para llegar al árbol. Cuando llego subo fácilmente, he hecho escalada durante un tiempo.
Entro en la habitación que era mía. En el armario aun hay ropa. Me puse unos jeans de tiro alto negros, un top de media manga blanco que por atrás es medio transparente, unas converse y una chaqueta de cuero. Volví a pintar mis ojos y labial rojo pasión. Estaba lista. Fui a la habitación de Ían y cogí una camiseta para Dylan. No puede ir allí así. Bajé otra vez y le dí la camiseta a Dylan.
-Pontela, a donde vamos no puedes ir con corbata- se encoge de hombros y se quita el jersey y la camisa. Me quedé admirando sus abdominales, tiene tatuajes, uno llama mi atención, en el costal izquierdo tiene una R y en el otro tiene el signo de la paz y puedo distinguir una cruz en su clavícula.
-¿Disfrutas de la vista?- me sorprende su voz.
-Eeh no te estaba mirando- digo algo avergonzada
-Ya claro - me sonríe y se pone la camiseta.-Toma las llaves- me las lanza y las cojo en el aire
-¿Alex?
-En el coche- asiento y nos subimos. Alex está en el asiento trasero. Se ha cambiado la camiseta. Ahora lleva una sencilla azul.
-Vayámonos- arranco y saldo rápido de allí.
A los 20 minutos hemos llegado. Al lugar donde venimos tantas veces después de una pelea con Papá. El hoyo
Es donde se hacen las pelas en las que participo. Dylan me mira asombrado pero no parece asustado de estar aquí. Normal, está acostumbrado a ir a sitios de estos conmigo.
-¿Que hacemos aquí?- pregunta cuando ya hemos bajado del coche y entrado al establecimiento.
"Voy a pelear" digo en mi interior sonriendo mientras nos acercamos a Ían que ya tiene las bebidas en la mesa. Va a ser una noche entretenida. Pero hay algo que me tiene inquieta, ¿qué es lo que quiere Alice? No es por mi padre, es por Naira, si esa mujer quiere algo de nosotros empezará por Naira, es la más vulnerable de todos. No puedo permitir que le pase algo. Mientras caminamos miro a Dylan y me acuerdo del beso, ha sido tan inesperado como esperado. No puedo creerlo, me ha besado, llevo cinco meses esperando este momento y ahora que ha llegado pienso que no ha podido ser mas perfecto.
Dylan
¿Era necesario venir aquí? No me gusta nada este lugar, en serio, tengo malos recuerdos aquí...
Llegamos junto a Ían quien tiene cuatro vasos de algo en la mesa. Alex se sienta a su lado y yo al lado de Aria. Esta chica va a matarme. Como se le ocurre poner esos pantalones que le hacen un culo más perfecto aún, me quiere matar y lo está consiguiendo, y yo no debería estar pesando en eso. Cojo mi vaso y bebo un poco, era whisky con vodka creo. Lo que importa es que sabia bien, nunca lo había probado. Miro a los hermanos que están en silencio mirándose.
-Y... ¿qué hacemos aquí?- pregunto después de veinte putos minutos en un silencio incómodo.
-Voy a pelear- dice Aria y la miramos con ojos abiertos.
ESTÁS LEYENDO
No te dejaré ir
RomanceDesde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos. Y después está Dylan. Dylan...