11 de octubre
Aria
Diría que me levanté con el sonido de los pájaros al cantar pero estaría mintiendo. Me despierto por la maldita alarma de los cojones. Son las 9 de la mañana y hoy es la boda. Tengo que ir a la peluquería.
Me levanté de la cama y me dirigí al armario. Cogí mi ropa interior, una camiseta básica de manga larga blanca y unos jeans negros. Entre al baño y me duché. Salí del baño y me sequé un poco el pelo. Me puse mis converse blancas y salí de la habitación. En la cocina no había nadie como supuse. Ían aún duerme.
Me preparo leche con Nesquik con unas tostadas con Nutella. Al terminar cojo un abrigo y las llaves de mi coche. ¿Qué? ¿Pensabais que no tenía? Pues si tengo y es un Audi RS7 blanco, es mi bebé junto con la moto claro.
Salgo de casa y bajo en ascensor donde me encuentro con Maika. Quien me recuerda que tengo que ir a su casa a comer sus deliciosas galletas. Salgo del ascensor. Me encuentro en el aparcadero y me subo a mi Audi. 15 minutos después ya estoy en la peluquería. Decidí que me hicieran mas rizos en el pelo, lo suelo alisar pero ya me aburre y me maquillaron. Cuando vuelvo a casa son las 11. Si buuff... é estado 1 hora y media allí, pero mi pelo no es fácil. Al entrar en casa veo a Ían en la cocina desayunando.
-Buenos días -digo pasando por la cocina para ir a mi habitación a vestirme
-Buenos días, pequeña-dice el.
Entro en la habitación, tengo la tentación de tirarme en la cama y seguir durmiendo, pero no puedo. Tengo que ponerme el vestido. Dylan está por llegar. Me pongo mi vestido y los tacones. Me alegro de que haya salido el sol y subiera la temperatura sino me moriría de frío. Cojo un bolso blanco como complemento junto con unos pendientes de infinito, un colgante con una llave y pulseras simples en mis muñecas.
Salgo de la habitación y bajo las escaleras. Al llegar abajo Dylan me está esperando en el final, de lado escaleras. Al llegar a su lado se acerca a mi rostro y me da un beso tierno.
-Estás preciosa, nena- susurra con su cabeza apoyada en la mía.
-Y tú eres un dios griego- digo y el se ríe. Se separa un poco de mi y coge mi mano. Ni con tacones soy de su altura. Ían nos mira desde el sofá, el también está vestido. Al darse cuenta de que lo miramos se levanta.
-Ese vestido es muy corto- dice Ían mirando mi vestido.
-No, no es muy corto, está bien.
-Mmm- entrecierra los ojos mirándome- Está bien- sonrío
-¿Podemos irnos? Tengo que ver a Irina antes de la ceremonia. - digo abriendo la puerta. - Vamos chicos- les digo y camino hasta el ascensor donde ellos me alcanzan.
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-¿Puedo pasar? - pregunto abriendo la puerta en donde se encuentra Irina.
-Claro que si- me dice ella.
-¡Oh dios mio!- me llevo una mano a la boca cuando la veo con su vestido.
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No te dejaré ir
RomanceDesde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos. Y después está Dylan. Dylan...