Desde que su madre murió, Aria no es la misma. No sonríe tanto y está más callada. Siente que su padre la odia. ¿Pero puede realmente un narcotraficante querer a alguien? Lo único que la mantiene en pie son sus hermanos.
Y después está Dylan. Dylan...
Ían está detrás de nosotros matando a Dylan con la mirada. Bajo de los brazos de Dylan y me me pongo a su lado, ahora los dos lo estamos mirando.
-Ían- lo llamo y me mira- No es para tanto, relájate
-¡¿Qué no es para tanto?!- grita. Tiene la cara roja de lo enfadado que estaba.
Hombre, no se eh... Se están besando demasiado apasionadamente a tu hermana, delante de tus narices, no es para tanto no.....
Dicho de esa manera, puede que si sea para tanto...
-Ían, verás...- empieza a decir Dylan
-Tú te callas. Créeme si te digo que tienes mucha suerte de no estar muerto en estos momentos- le dice Ían bastante borde. Ha sonado como un asesino y no miento.
-Ían ya basta- le digo yo ahora- Te recuerdo que cuando te encontré yo con aquella chica no te dije nada- le digo y cruzo mis brazos
-Pero...- alzo una ceja- tienes razón. Iros antes de que me arrepienta- nos dice y nos largamos corriendo a mi habitación.
-Eso, ha sido intenso
-¿Tú cres? Casi me mata- dice ofendido
-Exagerado- le digo y me tiro en la cama. Él me sigue y se tumba a mi lado. Cojo su mano y juego con sus dedos.
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Realmente estoy cansada, son casi las 2 de la mañana. Pero,¿qué hacia Ían despierto? Seguro que esperándome como hace siempre aún que le digo que no lo haga. Suelto una risita y Dylan alza sus cejas. Lleva mirándome desde que estamos en mi cama.
-¿Pasa algo?
-Nada, absolutamente nada- digo y me acerco mas a el apoyando mi cabeza en su pecho- ¿Sabes? Creo que podría acostumbrarme a esto
-Me gustaría que lo hicieras, ya dije que no te dejaré ir- me dice el pasando su brazo por mi cintura abrazándome
-No quiero que lo hagas- le digo, repitiendo lo que le dije un día como este hace dos meses- Nunca pensé que podría llegar a enamorarme en tan poco tiempo.
-Y me lo dices a mi. Yo era el que no me enamoraba.- dice riendo
-Por fin he conseguido ser la chica que enamore al chico que nunca se enamora. ¡Wiii!- digo como una niña pequeña y Dylan se ríe.
Narra Dylan
Su forma de decir eso como una niña pequeña resulta ta adorable que me dan ganas de achucharla. Cuando le conté lo de Lucy me quedé tranquilo, de verdad. Es increíble lo bien que sienta hablar con alguien sobre tus sombras. Aún que eso no es mas que el principio.
-Por fin lo has conseguido, ángel- le aseguro. Nunca me había sentido como me siento con ella. Iba a decir algo pero su móvil suena y alarga su brazo para cogerlo. Alza una ceja cuando mira la pantalla.
