12. Jake
-Estás perfecta -dije mirando a Emma. Estaba guapísima para esta noche.
Llevaba el pelo recogido en un moño con mechones sueltos por delante y ondulados, llevaba un bonito vestido de color lavanda y unos tacones del mismo color. Y ahora se estaba maquillando.
-Tú también vas muy guapa -dijo Emma con una sonrisa, le sonreí de vuelta en agradecimiento. Se acercó a mi con el rímel.
-Dije que no, Emma -le advertí andando hacia atrás con el dedo índice levantado. Ella resopló.
-Anna, ¿y sólo un poco de gloss? -preguntó con las cejas alzadas y se dio la vuelta para buscar algo en su cajón. Luego me volvió a mirar pero con un brillo de labios en su mano.
-Está bien -dije rodando los ojos y Emma dio saltitos de felicidad-, pero sólo un poquito.
Ella asintió y se dirigió a mi, me puso el brillo de labios y cuando terminó sacó el rímel de nuevo.
-¡He dicho que no! -chillé dando patadas como un niño pequeño al perder la paciencia y ella alzó los brazos en modo de rendición, asustada. Suspiré y salí de allí.
Bajé hasta la cocina y encontré a Bertram, ¿cocinando? Se me hacía raro, él nunca cocinaba.
-¡Anna! -exclamó Jessie y me di la vuelta para verla arreglada también a ella-. ¿Sabes que Morgan y Christina vienen a cenar también?
Ahora todo tiene sentido, por eso Bertram está trabajando duro. Los chicos me contaron que cuando venían Morgan y Christina el mayordomo fingía esforzarse al máximo.
Pero yo seguía nerviosa porque mis padres vendrían con Jake. ¿Qué haría? Había tantas preguntas en mi cabeza, creía que iba a explotar. ¡Éste estrés no es normal para tener sólo trece años! Debía relajarme.
En ese momento se oyó cómo el ascensor se abría, mi corazón dejó de latir. ¡Ay madre! No estaba preparada para ver a Jake de nuevo. Unas voces se escucharon en el vestíbulo y yo hice cómo que estaba divertida, ¿qué podía? Rápidamente me dirigí a Bertram y cuando la puerta se abrió dije:
-¡Bertram, qué gracioso eres! -dije fingiendo que reía.
-Vaya, parece que tu hermana se lleva bien con Bertram -dijo la voz divertida de una mujer y rápidamente miré a la puerta.
En la puerta se encontraban nada más ni nada menos que Morgan y Christina Ross. Creía que el corazón se me saldría del pecho, ¡había visto toda la saga de Galactopus!
-Eh... hola -saludé nerviosa acercándome a ellos, estaba nerviosísima no, lo siguiente. Eran los padres de Luke, ¿qué impresión estaría causando en ellos?
Pues seguramente que era una lunática que se reía con los mayordomos sin que ellos hubiesen dicho nada añadiendo que parecía que en gato me había comido la lengua.
-En..encantada, soy Anna -dije dándole dos besos en cada mejilla a Anna y Morgan besó mi mano haciéndome reír.
La puerta se abrió dejando ver a todos los Ross justo cuando Morgan besaba mi mano.
-Papá no te queda coquetear con niñas de trece -dijo Zuri y todos reímos-. Bueno, ¿a qué esperamos? ¡Quiero chocolate!
Todos salimos al comedor donde habían puesto una mesa muy larga cuando las puertas del ascensor se abrieron y creí que le desmayaría.
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La hermana de Jessie
FanfictionAnna, la hermana de Jessie, se muda a Nueva York con su hermana ya que en Texas sus padres deben irse a otro país durante un año. Allí ella se encontrará con cuatro niños revoltosos, un mayordomo bastante vago y una vida bastante emocionante con la...